El incremento de impuestos del tabaco es la medida aislada "más eficaz" para reducir el consumo ya que cada 10% de subida del precio supone que un 3,7% de adultos y un 9,3% de jóvenes deje de fumar.
ta es una de la principales conclusiones del informe La fiscalidad del tabaco y la salud, elaborado por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y presentado en una rueda de prensa.
Según este estudio, con un aumento de precios del 5% se podrían conseguir más de 93.000 abandonos del tabaquismo y una reducción de más de 3.000 muertes a lo largo de los próximos 20 años en este país.
El informe hace constar que la carga fiscal que soporta el tabaco en España ocupa el décimo lugar entre los 15 países más desarrollados de la Unión Europea -los que la integraban antes de las últimas ampliaciones-.
En concreto, en España la cajetilla de cigarrillos (su precio medio actualmente es de 4,3 euros) soporta una carga de 2,6 euros en impuestos especiales, inferior a la media (3,30 euros) que se aplica en la UE-15, donde los extremos están representados por Luxemburgo (2,24) y Reino Unido (5,76).
La conclusión es que hay 9 países con mayor carga impositiva que España. En los países del resto de la UE, los precios medios y las cargas fiscales son menores que en la UE15 excepto los casos de Malta y Chipre, cuyas cargas fiscales son similares a la española.
El CNPT, que agrupa a cuarenta asociaciones profesionales y sociedades científicas, considera que en España hay un "gran margen" para aumentar el precio de los cigarrillos, alineándose así con la propuesta de la OMS, que con motivo del Día Mundial sin Tabaco 2014 ha solicitado a sus países que incrementen los impuestos.
Según las cifras que maneja el Comité, el tabaco genera unos costes sanitarios y sociales que significan "más del doble" de la recaudación fiscal que obtiene el Estado, ha indicado Francisco Camarelles, portavoz del Comité.
"Se trata de una formidable hipoteca que no la pagan sólo los fumadores, sino todos los españoles en la medida que ha de ser financiada vía impuestos", ha expuesto.
El doctor ha afirmado que, por esta razón, "la entidad que sirve de altavoz a los profesionales sanitarios y economistas de la salud, entre otros especialistas volcados en la prevención y control del tabaquismo, cree que el alza en los precios está justificada".
Además, considera oportuno que la previsible mayor recaudación que se derivaría de ello se emplee en la mejora de la salud, "incluyendo políticas de prevención y control del tabaquismo y ayuda al fumador que quiera abandonar el tabaco".
El informe sale al paso de los principales argumentos que emplean habitualmente quienes se oponen al incremento de precios. Así, frente a la tesis de que con ello se recaudaría menos dinero, sostiene que la experiencia demuestra lo contrario, ya que el freno en las ventas se ve compensado por el aumento de los impuestos especiales.
Por otro lado, contra la idea sugerida de que estimularía el contrabando, replica que no hay evidencia científica que la apoye. "En España el porcentaje de fumadores que declaran haber comparado tabaco de contrabando se sitúa en torno al 5%", ha precisado Camarelles.
Tras indicar que España debería hacer un mayor esfuerzo para controlar el comercio ilícito, ha denunciado que "el principal responsable del contrabando son las grandes compañías tabaqueras, como lo atestiguan sentencias judiciales en la UE y en Canadá".
El documento tampoco se olvida de los cigarrillos electrónicos, que sólo soportan el IVA pero no los impuestos especiales con los que está gravada la venta del tabaco tradicional.
Al respecto, el criterio del CNPT es que por representar una "potencial amenaza", sería deseable que mientras no se demuestre la inocuidad de estos dispositivos y su eventual eficacia para dejar de fumar, se regule su fiscalidad, "alienándola con la de los productos tabáquicos convencionales".