Un robot norteamericano ha sido el primero en entrar al interior del reactor número uno de la central nuclear de Fukushima. Las imágenes han servido a los expertos para evaluar el estado de las instalaciones, no hay daños eléctricos, aunque la radiactividad detectada es superior a la que se esperaba.
Tepco, la eléctrica propietaria de la central nuclear japonesa, ha anunciado que comenzará inmediatamente a inyectar agua al reactor para accelerar la refrigeración. Sin embargo, la operación se va a retrasar en el número dos. Hay fisuras en el vaso de contención que es necesario sellar primero con un cemento especial para evitar fugas.
Según los expertos, serán necesarios entre 6 y 9 meses para llevar a la parada fría la central nuclear. Mientras el peligro continua, hoy se han detectado niveles de radiación en el fondo marino de Fukushima entre 100 y 1.000 veces superior a lo normal. La operadora de la central ha anunciado
que intentará reducir la cantidad de material radiactivo en el fondo marino cerca de la planta. Por ello, quiere instalar en mayo frente a la central nuclear, gravemente dañada por el tsunami del 11 de marzo, un dispositivo de depuración con zeolita, un mineral que absorbe sustancias radiactivas, para reducir la contaminación en el agua marina.