Si se teclea en internet "cirugía estética", "barata", "low cost", y el nombre de algún país de América del Sur o Marruecos, Túnez, Turquía o Líbano, aparecen paquetes ocio-sanitarios a precio de ganga, pero cuidado: los cirujanos alertan del alto riesgo de este tipo de turismo médico.
El presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (Aecep), Francisco Menéndez Graíño, y la vocal de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) Ainhoa Placer, han hablado a Efe de esta combinación de alto riesgo para la seguridad de los pacientes.
Una combinación que crece en verano, porque es el momento que consideran idóneo las agencias de viajes y los mayoristas médicos que ofrecen por internet estos paquetes, en los que se incluyen liposucciones, cirugía mamaria, lifting facial o una rinoplastia, y estancias en hoteles de cuatro o cinco estrellas y a veces servicios extra como sesiones de "spa" y excursiones.
"Si buscas en internet te pueden salir ofertas increíbles, como un aumento de mama en Túnez con prótesis por 2.400 euros, en las que se incluyen la estancia en un hotel de cinco estrellas y el avión. Una prótesis de la mejor calidad en España suele costar unos 2.500 euros. Solo las prótesis. Si cobran 2.400 y meten hotel y avión no se qué prótesis le van a poner", avisa Menéndez Graíño.
Estos precios "no se pueden justificar" e implican muchas veces, según los especialistas, una disminución de la calidad y de la seguridad del paciente y eso es "lo absolutamente cuestionable".
Los expertos quieren dejar claro que no se trata de criticar la cirugía del paciente que se va a operar a otro país, sino la "low cost".
En ese tipo de cirugía suelen contar con personal poco formado, que acaba de especializarse y no tiene la suficiente experiencia, por lo que las personas que, a pesar de los pesares, opten por estos paquetes deben averiguar si el profesional que la va a realizar está debidamente formado y si la cirugía se desarrollará en un centro acreditado.
Con el fin de verificarlo, el paciente puede acceder al Colegio de Médicos del país o bien entrar en las páginas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (ISAPS). "Es lo mínimo porque antes de decidirte tienes que saber las credenciales del profesional que va a realizar la operación, donde trabaja, cómo se desenvuelve ...", dice el experto.
Las operaciones tienen que hacerse en un hospital acreditado, "con buenos medios y buena posibilidad de reanimación e incluso cuidados intensivos por si hacen falta", insisten.
Pero además, tras la operación, el paciente necesita un tratamiento que excede a la semana de estancia que ofrecen normalmente estos paquetes.
"Hay que hacerse una serie de pruebas antes de la intervención. Debería tomarse como mínimo 48 o 72 horas de contacto con el médico antes de operar. Durante un mes antes se hacen pruebas, se habla con el paciente, se le explica el consentimiento informado...", recuerda Menéndez.
Con estas prácticas, según el cirujano, "se están forzando tiempos porque no se pueden quitar todos los puntos a los siete días. Dependiendo de la herida hay que dejar a lo mejor parte de los puntos para los diez o doce días, y luego hacer un seguimiento". Diez días es el tiempo que la doctora recomienda como mínimo para recuperarse de la cirugía en reposo.
Esta situación hace que a algunas pacientes operadas del pecho se les abra la herida durante el viaje en avión porque ésta no llega a cicatrizar.
Ainhoa Placer aconseja, en caso de surgir alguna complicación tardía, volver al país donde se hizo la cirugía, pero eso no siempre ocurre y los cirujanos españoles se encuentran con casos que requieren una segunda intervención.
En aumentos de mama es donde más se ve, según Menéndez: "Hemos visto mal posiciones de prótesis o rotas. Por ejemplo, en Centroamérica y Sudamérica me han comentado que hay un mercado de prótesis de segunda mano: las quitan, lavan, esterilizan y las venden otra vez. Son prótesis ya usadas que están desgastadas. Así se puede justificar que se cobren unos precios tan bajos. En España esto no existe".
España recibe también turismo de cirugía estética pero, inciden los cirujanos, no es "low cost": "Vienen turistas del norte de Europa a operarse en la Costa del Sol o Marbella a clínicas acreditadas "en donde no les van a cobrar 20 euros. Vienen porque saben que operan bien y que el nivel de cirugía estética aquí es alto".