Las moscas tienen la capacidad de recordar el contenido en calorías de la comida y diseñar su dieta alimenticia en función de este parámetro, según un estudio que publica hoy la revista británica Nature.
La investigación identifica múltiples genes y regiones cerebrales en las moscas Drosophila, conocida como la mosca de la fruta, que estarían relacionados con el aprendizaje y la retención de la información metabólica, lo que ayudaría a estos insectos a decidir qué alimentos tomar.
El estudio, liderado por el profesor del Albert Einstein College of Medicine en Nueva York, Dongsheng Cai, indica que las moscas pierden esta preferencia por las comidas con un contenido calórico normal al ser expuestas en un experimento a ingerir una dieta más rica.
El grupo de investigadores, tras someter a las moscas a una dieta alta en calorías durante un período prolongado de tiempo, demostró que la memoria metabólica de este tipo de insectos puede modificarse fácilmente por cambios genéticos o por un exceso en el consumo de alimentos.
Varios estudios preliminares realizados por el mismo equipo sugieren que los ratones podrían haber desarrollado un tipo de aprendizaje y memoria metabólica similar a la de las moscas Drosophila.
De hecho, los autores subrayan que el hipotálamo, región del encéfalo situada en la base cerebral, está relacionado con el aprendizaje y la memoria nutricional, lo que es determinante para profundizar en asuntos como la resistencia o la susceptibilidad para sufrir obesidad.