Los océanos originales de la Tierra, justo en el momento en que se originó la vida, eran algo ácidos y gradualmente se volvieron alcalinos, según un estudio publicado en la revista 'Science', que aporta luz sobre cómo los niveles ácidos de los mares en el pasado fueron controlados por el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, un proceso importante para entender los efectos del cambio climático.
El estudio, liderado por Itay Halevy, del Instituto Weizmann de Ciencias (Israel), y Aviv Bachan, de la Universidad Stanford (Estados Unidos), señala que una forma de entender cómo la acidez del océano puede cambiar en respuesta a los niveles crecientes de CO2 es mirar hacia atrás en la historia.
La acidez y alcalinidad se miden en la escala de pH de 0 a 14. En esta escala, 7 es neutro, más alto es alcalino, más bajo es ácido. Con alrededor de 8,2, los océanos de hoy son levemente alcalinos, si bien se sabe que el aumento de los niveles de CO2 está incrementando la acidez de los océanos, es decir, disminuye el pH.
Halevy, del Departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias del Instituto Weizmann de Ciencias, explica que hace miles de millones de años "el Sol primitivo era más tenue", aunque no hay evidencia de que el clima fuera mucho más frío. "Pensamos que esto es porque la atmósfera temprana tuvo más CO2 que ahora y que a medida que el Sol era más brillante los niveles de CO2 disminuían", añade.
El CO2 y el agua producen ácido carbónico, por lo que es lógico pensar que los primeros océanos habrían sido más ácidos. Pero los niveles más altos de CO2 temprano también habrían dado lugar a agua de lluvia ácida y esto, a su vez, haber llevado a mayores tasas de desgaste químico de la corteza rocosa de la Tierra, lavando iones que neutralizarían en parte la acidez del CO2.
"PISTAS" SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA
El modelo que desarrollaron Halevy y Bachan explica estos procesos y la forma en que influyen en los flujos de iones dentro y fuera del agua del océano. Según su modelo, el efecto acidificante de los niveles más altos de CO2 dominó en los primeros océanos, que tenían un pH inferior al presente.
Halevy señala que el pH del agua del océano estaba entre 6,0 y 7,5 hace entre 3.000 y 4.000 millones de años, lo que se sitúa entre el pH de la leche y el de la sangre humana. "Esto nos da algunas pistas sobre las condiciones bajo las cuales la vida surgió en los primeros océanos", apunta.
"Tuvimos un océano temprano más ácido que hoy, en el cual la vida primitiva prosperó y los ciclos químicos fueron equilibrados, pero si queremos aplicar esta percepción a hoy, debemos recordar que este equilibrio de ácidos se mantuvo sobre escalas geológicas de millones de años", apostilla.
Halevy recalca que "la acidificación de hoy a partir de CO2 es mucho más rápida, por lo que este modelo no se aplica al problema a corto plazo".
"Cientos de miles de años a partir de ahora, los océanos habrán encontrado un nuevo equilibrio, pero de ahora en adelante organismos marinos y ambientes podrían sufrir", concluye.