Semana de contaminación, muy complicada en Madrid. Finalmente no hubo que recurrir a medidas drásticas como prohibir circular a la mitad de los vehiculos.
Lo cierto es que la contaminación es muy nociva para nuestra salud. El gas que sale por los tubos de escape es muy tóxico.
Es el causante de que el Ayuntamiento de Madrid haya reducido la velocidad de circulación a 70 kilómetros por hora en las principales arterias de la capital.
Este gas envenena a sus habitantes y preocupa cada vez más a las autoridades políticas y sanitarias. El dióxido de nitrógeno aparece en la combustión de los vehículos a motor y de las plantas eléctricas.
Se trata de un compuesto químico, esto es, una sustancia integrada por dos o más elementos, en este caso nitrógeno y oxígeno.
Causa efectos nocivos en la salud, especialmente al sistema respiratorio. Respirar altos niveles de dióxido de nitrógeno durante poco tiempo perjudica las células pulmonares. Puede producir de forma rápida quemaduras en piel, ojos y en los tejidos de la garganta, acumular líquido en los pulmones y llevar a la muerte.
Cuando una persona respira durante mucho tiempo bajos niveles de dióxido de carbono, puede acabar padeciendo enfisema, enfermedad que habitualmente provoca el alto consumo de cigarrillos.
También causa irritación en los ojos, garganta y nariz, además de provocar sensación de falta de aire, cansancio y náuseas.
La población más vulnerable, como son las personas con asma u otras enfermedades respiratorias, los afectados por enfermedades cardiovasculares, los inmunodeprimidos, las embarazadas, los niños menores de seis años y las personas mayores de sesenta y cinco, deben limitar la exposición prolongada y la realización al aire libre de ejercicio físico o actividades que requieran esfuerzo, sobre todo durante la tarde, que es cuando los niveles de NO2 son más elevados.