Los músculos vocales de las aves canoras funcionan como los de los cantantes, según se desprende de un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Emory, la Universidad del Sur de Dinamarca y el Instituto de Tecnología de Georgia.
"Nuestra investigación se ha realizado sobre los pinzones bengalíes ('Lonchura striata domestica') y sugiere que la producción de una canción muy compleja se basa en la capacidad del cerebro de los pájaros para dirigir los cambios y combinaciones de los músculos", ha indicado el autor principal, Sammuel Sober.
Del mismo modo, ha explicado que, "en términos de control vocal, el cerebro del pájaro parece ser tan complicado y maravilloso como el cerebro humano"
Los expertos han señalado que las aves no sólo contraen un músculo para cambiar de tono, sino bastantes, y que estos cambios son diferentes según las vocalizaciones. Es decir, dependiendo de qué sílaba canta el pájaro, un músculo en particular podría aumentar o disminuir de tono.
SIRINGE, LA LARINGE DE LAS AVES
Estudios anteriores han revelado algunos de los mecanismos vocales dentro de la laringe humana, en donde se encuentran las cuerdas vocales y una serie de músculos que ayudan a controlar el tono, la amplitud y el timbre. En lugar de una laringe, las aves tienen un órgano vocal llamado siringe, que tiene sus cuerdas vocales más profundas en sus cuerpos.
Mientras que los seres humanos tienen un conjunto de cuerdas vocales, un pájaro cantor tiene dos juegos, lo que le permite producir dos sonidos diferentes al mismo tiempo, ambos en armonía.
"Muchos de los estudios analizan la actividad cerebral y cómo se relaciona con comportamientos, pero los músculos son lo que traducen lo que 'sale' desde el cerebro y lo convierten en comportamiento", ha recordado Sober.
El investigador y sus ayudantes diseñaron para este trabajo, que ha sido publicado en 'Journal of Neuroscience', un método que implica la electromiografía para medir la actividad neuronal de los pájaros activa y la producción de un sonido en particular a través de la flexión de un músculo vocal particular. Los resultados mostraron lo complejo de la redundancia de los músculos vocales del pájaro cantante.
"Hemos comprobado los complicados cálculos neuronales de las aves que son capaces de controlar este comportamiento realmente hermoso. Los pájaros cantores tienen una red de regiones cerebrales que no tienen aquellas que no pueden cantar", ha concluido Sober.