Hoy se ha conocido un nuevo caso de acoso sexual a menores a través de internet. La víctima solo tenía 11 años. Su agresor 40 y la
suficiente sangre fría para convercerla de que le enseñara el pecho a través de una webcam. La niña accedió y ese fue el principio de su pesadilla. El chantaje estaba servido. Con la amenaza de publicar el video y utilizando hasta cinco identidades distintas le exigió que se masturbara, mantuviese relaciones sexuales con dos niños de su edad y hasta con un perro. Destrozada, la pequeña acabó contándoselo todo a un familiar. El agresor, con antecedentes penales, está en prisión.
En la cárcel y a la espera de juicio también está un matemático e ingeniero de Tarragona obsesionado con una niña de 12 años. Las amenazas y coacciones le permitieron mantener relaciones sexuales con ella durante varios años.
Según un oficial de la Brigada de Investigación Tecnológica, el pérfil de este tipo de delincuete es el de un varón de entre 20 y 30 años, al que no le importa mostrarse muy cruel con tal de conseguir sus objetivos. En la mayoría de las ocasiones se trata de conseguir fotos o vídeos de los menores desnudos o mantener relaciones sexuales con ellos.
La BIT, encargada de los delitos en la red, tiene sobre la mesa la investigación de 8 nuevos casos de abuso a menores. Delitos que causan casi siempre graves daños psicológicos. Como los que sufrieron los 250 menores víctimas de Jorge Miranda, detenido hace dos años en la operación Camaléon. De ellos, solo 3 denunciaron.