A pesar de su juventud, los creadores noveles de la pasarela Samsung EGO han revisado la estética de sus ídolos, sus recuerdos familiares o sus vivencias para construir colecciones que miran el futuro inmediato, la ropa sin género, unisex.
Consciente del cambio que se está produciendo en las pasarelas internacionales, y como consecuencia en la industria textil, para cumplir con las exigencias y necesidades del público, la idea de MikelColás es realizar ropa sin género, una moda que "incluye prendas con identidad eterna", ha expresado a EFE.
En esta ocasión ha recurrido a su propia visión del teatro para trazar una colección que empieza en tonos nude y, a medida que va cogiendo acción, incluye el rojo y el negro, colores con los que envuelve siluetas adornadas con elegantes volantes. 44STORE presenta prendas de "género neutro, atemporales y que perduren en el tiempo", aseguran Franx de Cristal y Xavi García, creadores de la firma.
Estos diseñadores proponen una estética en la que se fusiona la tribu urbana y la religión. "Una idea que surgió en Nueva York cuando hicimos una foto de un judío ortodoxo cogiendo un taxi", desvelaron. En su nuevo trabajo se instalan las siluetas unisex confeccionadas con tejidos como el neopreno en distintos grosores, el popelín, la gabardina texturizada o el paño.
Xavi Reyes, ganador de la última edición de EGO, se ha inspirado en la estética de David Bowie para crear una colección masculina y femenina de alma nocturna, con terciopelo cubierto de tul, punto elástico y tejido acolchado. "He jugado con las texturas e incluso he plastificado un paño de cuadros", ha contado.
Sobre la pasarela se han visto atractivos vestidos, abrigos maxi y pantalones de líneas rectas junto a prendas más brillantes, en plata metalizada, que reflejan el exceso y la fantasía de la noche que se vivió en los setenta y en los ochenta.
Punto y aparte merece la colección de Sheila Pazos, una estudiante de Bellas Artes que confecciona prendas a partir de tapices de punto de cruz para hombre y mujer, un exceso de creatividad realizado de manera artesanal. "He tardado un año en coserla", ha explicado.
Se han visto vistosas creaciones de gran suntuosidad que trasladan el arte a la moda a jerséis de punto, a sudaderas cosidas con el revés de una tapiz y a faldas con estampados de paisajes boscosos. Para su primer desfile, Ela Fidalgo ha contado con la ayuda de 25 amigos para construir una colección en la que ha experimentado con los tejidos y también ha reciclado lámparas, camisas blancas, retales e incluso velcros de un contener de una obra.
De tal manera que sobre la pasarela se han visto faldas hechas con fregonas de algodón y poliéster, vestidos con tela de visillos que ha plisado a mano o una curiosa camisa de papel que modela con una pistola de calor. "Es una colección íntima, que he ido adaptando en función del tejido que caía en mis manos", ha declarado.
Tras su debut en esta plataforma con la colección Duelo, Antonio Sicilia trae a esta pasarela la colección Vértigo, que habla de superar adicciones, de vencer enfermedades, de enfrentarse a una nueva vida. Con claras referencias a los uniformes de seguridad, este diseñador cordobés propone prendas blancas y negras de líneas rectas, en la que aparecen símbolos que cuentan una historia familiar o hacen un guiño a la estética aeronáutica.
Con su segunda colección, Natalia Rivera ha dado una lección de costura y patronaje, pues parecía el trabajo de un costurero consagrado más que el de una novel. Se inspira en los patrones de los setenta, incluyendo siluetas del pijama masculino.
Retrofuturista es el trabajo de Xevi Fernández, una colección mixta construida sobre patrones de los años cincuenta con tejidos tecnológicos, papel, lana y piel, en tonos ácidos y luminosos que recuerdan que en invierno también brilla el sol. Ruben Galarreta echó el cierre a la 63 edición de la pasarela madrileña con una colección que recrea el folclore andaluz y la fiesta de los toros, en versión deportiva pero repleta de lujo.
Lunares, bordados de mantones de manila se mezclan con el colorido y la luz de la India, país en el que este riojano se ha instalado y vende su ropa en Nueva York, Tokio, Australia, Shangay o Dubai.
El lujo también estuvo presente en la colección de Virginia Vallejo, que presentó bañadores y prendas deportivas "con cristales de Swarovski, rocallas y tupis", según ha detallado esta joven de 23 años que abandonó la gimnasia rítmica a causa de las lesiones y se refugió en le diseño.