Un nuevo mecanismo denominado "bombeo uteroplacentario" ha sido identificado en embarazadas por investigadores británicos usando la resonancia magnética.
Este método ha servido además para ver diferencias entre el flujo sanguíneo de la placenta de un embarazo sano y aquellos con preeclamsia, un descubrimiento que puede ayudar a entender por qué con la preeclampsia el bebé puede nacer más pequeño y antes de término.
El estudio que firman investigadores de la Universidad británica de Nottingham y publica Plos One señala que ese bombeo uteroplacentario implica contracciones de la placenta y de la parte de la pared uterina a la que está adherida.
El equipo quiere averiguar cuál es su función, aunque considera que podría servir para detener el estancamiento de la sangre en partes de la placenta, indica un comunicado de la universidad.
Además, precisan que este tipo de contracción "no es la misma" que las conocidas como de Braxton Hicks en las que todo el útero se contrae en un ejercicio de práctica para cuando realmente se produzca el parto.