El 95 por ciento de las mujeres tiene asimetría mamaria, aunque aproximadamente entre el 10 y el 15 por ciento necesita someterse a una operación de cirugía estética para corregirlas, según ha explicado a Europa Press el jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética del Hospital de la Zarzuela de Madrid, Angel Juárez Cordero.
Se trata de una circunstancia "bastante normal" entre las mujeres dado que ninguna persona es totalmente simétrica, por lo que, a su entender, tener un pecho más grande o con la forma distinta del otro es un hecho "completamente natural". Ahora bien, cuando las diferencias entre ambas mamas son "muy llamativas" es cuando se producen distintos problemas que requieren una intervención.
"La mayoría de las veces es un problema de autoestima ya que si la asimetría es muy llamativa puede ocasionar problemas psíquicos relacionados con la relación con el medio", ha señalado el experto, para recordar que también pueden darse complicaciones físicas producidas por una alteración del peso entre los dos lados.
Asimismo, frecuentemente las alteraciones de la columna vertebral --cifosis y escoliosis-- y del tórax --pectus excavatum y en quilla-- ocasionan asimetrías mamarias aparentes o incrementan las reales.
DIVERSAS TECNICAS ESTETICAS
Con el fin de corregir estas alteraciones mamarias, el experto ha informado de, a pesar de que existen diferentes técnicas, generalmente siempre hay una mama que es "más o menos normal" y es la que sirve de base para adaptar la otra. "Si la mama enferma es muy grande hay que hacer una reducción, si está muy caída hay que hacer una elevación, si es muy pequeña se pondría una prótesis y si tiene una forma extraña se realizaría una remodelación", ha explicado Juárez Cordero.
No obstante, el experto ha reconocido que también se dan casos en los que las dos mamas están alteradas, momento en el que se mezclan dos técnicas como, por ejemplo, reducción de una mama y aumento de la otra. "Lo más común suele ser elevar un poco la mama alterada o aumentar su volumen", ha recalcado. Estas intervenciones se realizan bajo anestesia general y suele tener una duración de dos a tres horas, dependiendo de la técnica empleada. Estas cirugías requieren, habitualmente, un ingreso de 24 o 48 horas.
Sin embargo, el doctor ha desaconsejado a las mujeres que se noten una asimetría leve en el pecho que se sometan a una intervención quirúrgica ya que, según ha comentado, "a veces" las cicatrices que ocasiona la cirugía pueden ser más notorias que la propia mama levemente alterada.