En España unos 9 millones de personas sufren los efectos de vivir con un ruido excesivo, ya sea en su lugar de trabajo, sobre todo en la industria y en la hostelería, o en su vida diaria, por culpa, principalmente, del tráfico y los ruidos nocturnos de bares y discotecas.
Los expertos consideran que un sonido por encima de los 80 decibelios ya tiene efectos negativos sobre la salud. En este sentido, los autores del estudio Ruido y Salud han alertado sobre el uso de los auriculares para escuchar música. Una escucha prolongada a un volumen excesivo puede producir a largo plazo pérdida auditiva. Los otorrinos ya se encuentran en sus consultas con casos de hombres de 40 años que tienen una pérdida de audición comparable a la de una persona de 60 años.
El tráfico o el ruido que provocan los coches en nuestras ciudades es, por volumen e intensidad del sonido, el que más frecuentemente contamina nuestras ciudades, también en términos de ruido ambiente. Los especialistas ya conocen los efectos que tiene sobre el organismo vivir bajo la contaminación acústica. Desde el insomnio a la falta de concentración, la irritabilidad o incluso, más recientemente, la aparición de dolencias de tipo cardiovascular.
El informe recoge además una ya vieja estadística de la OMS, que sitúa a España como el segundo país más ruidoso del mundo. En esto, por desgracia, sólo nos supera Japópn.