Especialistas en mariposas han "cambiado el nombre" de las 258 especies de estos lepidópteros diurnos que habitan en España, con el objetivo de acercar su conocimiento al público en general.
"El nombre común de las mariposas diurnas -también llamado vulgar o vernáculo- debe ser una herramienta para la educación ambiental y para profundizar más en su estudio", ha asegurado a EFEverde Yeray Monasterio, presidente de la Asociación Española para la Protección de las Mariposas y su Medio (Zerynthia).
A su juicio, muchos de los nombres de mariposas estaban en "desuso por ser traducciones literales del inglés y poco lógicos", por lo que estaban "alejados de la sociedad" y suponían una barrera para las personas que entraban en contacto con un determinado grupo por primera vez, ha apuntado el experto.
Debido a estos motivo, y por iniciativa de Zerynthia, se ha impulsado un proyecto para elegir los vernáculos a través de un proceso lo más democrático y participativo posible.
Para Monasterio, estos nuevos nombres "son complementarios, pero no sustituyen a los científicos", ya que estos últimos "son internacionales y más estables que los vulgares", pero suponen "una alternativa" para que se pueda emplear la opción más adecuada en función del contexto.
En general, "siempre prima el nombre científico, pero para la divulgación en los medios o para las personas que entran en contacto con estos insectos por primera vez no es lo mismo decir que esta mariposa es una Aglais io que decir que es una pavo real", ha aclarado el experto.
Otro ejemplo es el caso de la mariposa hormiguera turbera, con este nombre, estamos dando dos datos, "que vive con hormigas y que su hábitat concreto son las turberas", de forma que, al aprender el nombre de la mariposa, "conocemos más cosas sobre ella" y "con un único esfuerzo" se aprende "varios datos diferentes".
Otro reto que se ha abordado en este proyecto ha sido conseguir que los nombres fueran fáciles de recordar, por lo que se han agrupado por géneros para que, aunque no se recuerde el nombre completo de, por ejemplo, la Dorada difusa, "al recordar la etiqueta general -dorada-, ya sabemos algo".
Además de dotar con un nombre vulgar a cada especie de mariposa, el trabajo ha revisado el origen de sus nombres científicos debido a que, en muchas ocasiones, "servían para justificar el nombre común que le habíamos dado".
Es el caso de Melitaea parthenoides, cuyo origen era "necesario" conocer para comprender el vernáculo asignado en este listado, "doncella de Atenea", ya que Atenea es sinónimo de Partenos, que viene a su vez de parthenoides.
El equipo también se ha encontrado con orígenes "curiosos y atípicos" como el de la mariposa Polyommatus abdon, donde abdon alude a una posada del norte de Granada a la que los alemanes que descubrieron el insecto quisieron rendir homenaje y cuyo origen "nos costó mucho encontrar porque no esperábamos que hiciera referencia a algo así", ha destacado Monasterio.
De los nombres nuevos, un tercio proceden de propuestas previas y, en los restantes, "tratamos de conseguir una visión global" para la que tuvieron en cuenta una serie de criterios claros como la simplicidad y el atractivo del nombre, su naturalidad o el respeto a propuestas anteriores, entre otros aspectos.
Cabe destacar que se ha evitado el uso de denominaciones demasiado genéricas o habituales como "de los prados" o "común", intentando aludir a características peculiares y representativas de la especie.