La historia del pequeño Nicolás, como ya se conoce a Francisco Nicolás Gómez Iglesias sigue siendo la de un guión de cine, surrealista. En el barrio donde se crió, en Prosperidad, los vecinos este lunes siguen sin hablar de otra cosa y los periodistas continúan investigando como era la vida de este chico de 20 años que estuvo en la recepción real y que se hacía fotos con los más importantes personajes públicos del país.
En el PP no salen de su asombro cuando hablan de las "hazañas" de Nicolás, el joven de veinte años detenido por haberse hecho pasar por asesor del Gobierno y estar ahora acusado de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas.
A casi todos les suena su cara, pero nadie le conoce. O al menos así lo aseguran los miembros del partido consultados por Efe. Desde las Nuevas Generaciones del PP asegurán que Nicolás nunca pertenció a esa organización, aunque el jóven a menudo así lo aseguraba en público.
Si en algo coinciden los que le recuerdan es que al joven le gustaba estar donde estaba la foto, ya fuera cerca del protagonista de turno en los actos o de los dirigentes más notables que acudieran en cada ocasión.
DE PROSPERIDAD A LA FAMA
Vivió aquí, en pleno barrio de Prosperidad, con sus padres hasta hace tres años, cuando decidió trasladarse a la vivienda de su abuela. Los vecinos le recuerdan de pequeño y de mayor y ya intuían que podría llegar a lo más alto, aunque no sospechaban su caída.
Y desparpajo dese luego no le faltó en su doble vida en la que se hizo pasar por agente del Centro Nacional de Inteligencia y llegó a plantear al Sindicato Manos Limpias la desimputación de la Infanta o a vender en Ribadeo un falso encuentro con el rey.
Los vecinos de su barrio de toda la vida, hablan de una familia modesta y sienten pena por los padres del pequeño Nicolás y por lo que han pasado.
El padre sigue siendo repartidor de mensajería y su madre fue quien le acompañó un día a un acto de FAES, promocionándole de manera espontánea.
A partir de ahí especialista en fotos. Estas le servían como tarjeta de presentación y todos pensaban que si las personalidades se hacían fotos con él es que era alguien importante. Así comenzó el bucle.
Tras su detención y posterior puesta en libertad provisional la semana pasada, ya han eliminado las fotografías de su Facebook.
Ahora solo muestra una foto de paisaje, pero el impacto de esta noticia ha sido tan grande que se han creado muchas páginas opinando sobre este personaje de ciencia-ficción, pero real como la vida misma. Incluso existen foros de debate y los montajes también han llenado las redes sociales.
Ahora la policía investiga cómo entró en la recepción real una vez que la mujer que aparece al lado, Catalina Hoffman, propietaria de las residencies Vitalia haya negado que fuera ella quien le colara.
Desde que saltara el escándalo, Nicolás no ha aparecido ya por el Colegio Universitario de Estudios Financieros donde estaba matriculado.
DELIRIO MEGALOMANICO
Ese carácter desenvuelto y seguro del que el joven hacía gala en los eventos a los que asistía, se vino abajo ante la jueza que le tomó declaración el pasado jueves.
Aunque al principio se mostró altivo, después se derrumbó cuando vio que la Fiscalía pedía medidas cautelares contra él, han explicado fuentes jurídicas.
"A mí me la han liado. Me han engañado", dijo entonces Francisco Nicolás, quien según el médico forense que le examinó sufre "una florida ideación delirante de tipo megalomaníaco".
Delirios o no, son muchas las anécdotas que recuerdan personas del entorno de este joven, como cuando fue con un coche de alta gama a recoger unas entradas de reventa para los Rolling Stones que según dijo eran para "altos cargos del PP" o cuando presumía ante otros chicos de su edad de la elevada paga que le daba su padre, un mago de las finanzas, decía.