Al más puro estilo de la película Atrápame si puedes, Francisco Nicolás Gómez Iglesias un estudiante del Colegio Universitario de Estudios Financieros de tan sólo 20 años de edad logró no sólo saludar al Rey, sino sentarse junto a Aznar en los actos de la fundación FAES, almorzar con Miguel Arias Cañete, impartir conferencias con Ana Botella y posar con Esperanza Aguirre. Incluso se convirtió en habitual en las tertulias radiofónicas.
El joven está acusado de estafa tras hacerse pasar supuestamente por asesor del Gobierno. El pasado 19 de junio consiguió entrar en el Palacio Real y estrechar la mano del recién proclamado Felipe VI gracias a que acudió en calidad de acompañante de un invitado a esa recepción.
Un portavoz del Palacio de la Zarzuela ha informado de que Francisco Nicolás G. I., detenido por la Policía y que ha quedado este viernes en libertad provisional, entró aquel día en el Palacio Real "como acompañante" de uno de los más de 2.000 invitados a ese acto.
Las invitaciones se cursaron a un amplio espectro de representantes de la sociedad, desde las habituales figuras institucionales, embajadores extranjeros o la cúpula militar, a gente del mundo de la empresa, la cultura, los medios de comunicación, el deporte o la ciencia.
Esas invitaciones son personales, se dirigen a un nombre en concreto que, en el control de entrada, debe identificarse. A algunos invitados se les permite ir con acompañante, sin que sea necesario comunicar previamente a la Casa del Rey la identidad de esa compañía.
El portavoz de Zarzuela ha asegurado que en la recepción de aquel día "en ningún momento" se comprometió ni la seguridad de los Reyes, ni la de ninguna de las casi 3.000 personas que abarrotaban los salones del Palacio.
El joven impostor no se coló. Como todos los invitados a la recepción, y sus respectivos acompañantes, pasó por los correspondientes arcos de seguridad con los que se controla la entrada de armas u otros objetos peligrosos.
Al igual que el resto de personas que acudieron ese día a la recepción, Francisco Nicolás G.I. tuvo el privilegio de saludar y estrechar la mano en el Salón del Trono a los nuevos Reyes Don Felipe y Doña Letizia, que aquel día batieron todas las marcas en un besamanos que duró más de dos horas.
ACUSADO DE ESTAFA Y FALSEDAD DOCUMENTAL
Al joven, la Policía le acusa de los delitos de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas, según el auto judicial de la magistrada que ha decretado este viernes su libertad provisional.
En el atestado instruido al efecto se detalla que el imputado ha venido desarrollando una "intensa actividad" en actos públicos, con presencia en ellos de altas personalidades de la vida pública española, así como con personas de alta dirección de sociedades financieras y de la vida económica.
Su actividad se basaba en que se hacía pasar por poseedor de diversos cargos dentro de la vida política española, "si bien no consta que haya sido exhibida documentación alguna que avalara sus afirmaciones verbales".
Siguiendo el relato policial, el detenido, gracias a la documentación gráfica de las reuniones a las que asistía, se hizo pasar como asesor de la vicepresidencia de Gobierno para que J.M de la H. le entregase 25.000 euros con la promesa de que intentaría que el Gobierno mediase en la venta de un inmueble que tenía un familiar en Toledo.
Tras darle el dinero, el imputado entregó al presunto estafado un dossier bajo el título 'Palacio de la Moncloa. Protocolo de Actuación. Gobierno de España' con el nombre de la víctima y con una firma atribuida al secretario de Estado y otra al subsecretario de Estado de la Presidencia del Gobierno.
El arrestado ha reconocido ante la Policía que ese informe lo efectuó él mismo, escaneando las firmas de los secretarios. Posteriormente, a requerimiento del estafado, le devolvió 10.000 de los 25.000 euros entregados.
En el informe policial también consta que el imputado se desplazaba por Madrid con vehículos de alta gama a los que añadía un luminoso semejante a los utilizados por las fuerzas de seguridad.
Además de asesor político, el imputado se hacía pasar supuestamente por miembro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). De hecho, imprimió en una copistería madrileña un informe que simulaba pertenecer al CNI.
IDEACIÓN DELIRANTE DE TIPO MEGALOMANIACO
En el auto firmado hoy, la jueza manifiesta que "no acierta a entender cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería, aparentemente con su propia identidad, pueda acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar desde el inicio de su conducta a nadie, por muy de las juventudes del PP que manifeste haber sido".
Tampoco comprende cómo ha podido 'colar' su afirmación de ser asesor del Gobierno de España, máxime si se tiene en cuenta el informe del médico forense, en el que se hace constar que el detenido tiene "una florida ideación delirante de tipo megalomaníaco".