Hong Kong ha celebrado el regreso del pato amarillo más grande del mundo al puerto Victoria entre multitudes, después de que la obra del artista holandés Florentijn Hofman tuviera que ser desinflada la semana pasada para su mantenimiento.
Cientos de personas se reunieron en la orilla del puerto marítimo, pese a las fuertes tormentas que la ciudad vive estos días, para ver de nuevo esta instalación artística que estas semanas ha adquirido un papel protagonista en la ciudad.
El proceso de reinstalar la obra del artista holandés tomó varias horas, para que fuera desplegado e hinchado con la ayuda de una grúa.
El pato vuelve a las aguas de la antigua colonia británica después de que su retirada temporal despertara fuertes protestas en las redes sociales locales, en donde algunos usuarios bromearan señalando que quizá había sido retirado por el brote de gripe aviar en China.
Desde el pasado 2 de mayo, miles de personas han acudido a ver este pato de goma gigante flotando en el famoso puerto Victoria, pero la semana pasada el pato aparecía completamente desinflado, ante la sorpresa de muchos.
Bajo el lema "Difundir la alegría de todo el mundo", Hofman, que concibió el proyecto en 2007, pretende recuperar recuerdos de la infancia de todo el mundo mediante la exhibición de este pato en 14 ciudades.
Con unas dimensiones de 16,5 x 20 x 32 metros y un peso de más de 600 kilos, este juguete gigante lleva desde 2007 exhibiéndose en aguas de ciudades como Amsterdam, Osaka, Sydney y ahora Hong Kong, hasta el próximo 9 de junio, para luego viajar a Estados Unidos.
El pato gigante necesitó más de 200 piezas de tuberías de PVC para su construcción y cuenta con una apertura en la parte posterior para poder acceder a su interior.
Acompañando esta instalación, el artista holandés ha comercializado mil versiones de pato de goma de pequeño tamaño que se venden para recaudar fondos para Joyful, una organización benéfica dedicada a ayudar a las personas con enfermedades mentales.