El declive gradual de los dinosaurios y los pterosaurios pudo producirse antes del impacto del asteroide de Chicxulub en el noroeste de la península de Yucatán (México) hace más de 65 millones de años y la extinción masiva global de especies al final del periodo cretácico.
Así lo asegura un equipo de geocientíficos de Alemania y México dirigidos por Wolfgang Stinnesbeck, de la Universidad de Heidelberg, y Eberhard Frey, del Museo Estatal de Historia Natural de Karlsruhe.
En un estudio publicado en la revista 'Geological Society of America Bulletin', los investigadores indican que las especies de aves se expandieron y se diversificaron al mismo tiempo que los dinosaurios desaparecieron.
En una investigación paleontológica en el noreste de México, los científicos encontraron rocas sedimentarias depositadas hacia el final del período cretácico que evidenciaron una enorme diversidad de fósiles, incluyendo las huellas de aves, dinosaurios y pterosaurios.
"La mayoría de las huellas provienen de al menos cinco especies diferentes de aves. Sin embargo, las huellas de dinosaurios son raras y sólo una procede de un dinosaurio depredador", afirma Stinnesbeck.
Por lo tanto, este estudio revela una disminución gradual de los dinosaurios con un aumento simultáneo de la diversidad de aves incluso antes del final del Cretácico. "Hasta ahora, se suponía generalmente que los dinosaurios desaparecieron primero y las especies de aves se diversificaron después. "Nuestros datos, sin embargo, corroboran la teoría de que las aves ascendieron antes de que los dinosaurios se extinguieran", añade Stinnesbeck.
El análisis de los fósiles también mostró que el declive de los dinosaurios ocurrió gradualmente y probablemente sólo unas pocas especies sobrevivieron hasta el final del período cretácico. Por lo tanto, la extinción de los dinosaurios no es, como la ciencia asume frecuentemente, debido al asteroide de Chicxulub, que impactó la Tierra hace más de 65 millones de años.
"Para la mayoría de los dinosaurios y pterosaurios, este ataque ya no tenía ningún efecto", explica Stinnesbeck, quien añade que incluso el grupo de cefalópodos, las llamadas amonitas, no fue aniquilado por el impacto de asteroides al final del período cretáceo.
Según Stinnesbeck, los hallazgos fósiles de la amonita 'Sphenodiscus pleurisepta' muestran su declive más allá del período cretácico. "Los efectos del impacto de Chicxulub no fueron, por lo tanto, la causa de una extinción masiva global, que probablemente se produjo mucho menos catastróficamente de lo que se suponía", afirma el investigador de Heidelberg.