Se calcula que 600.000 personas han dejado de fumar en España, desde que entró en vigor la ley antitabaco hace un año. Es la cara más positiva de una norma que tiene entre sus víctimas a hostelos y estanqueros. En este 2011, la venta de tabaco ha disminuido un 17% o lo que es lo mismo se venden 570 millones de cajetillas menos que el pasado año.
La mayoría de los fumadores parecen acostumbrados o al menos resignados a esta ley. Muchos reconocen que ahora pasan menos tiempo dentro de los bares y que las consumiciones las hacen más rápido para salir a fumar.
Ya no es extraño tampoco encontrar ceniceros en las puertas de bares, comercios o empresas y el número de terrazas abiertas en pleno invierno se ha multiplicado.
Desde el 1 de enero de 2011 está prohibido fumar en los espacios públicos cerrados, en los parques infatiles y en los recintos hospitalarios. Para algunos la ley es muy restrictiva aunque no faltan aquellos que piden más dureza.
El tabaco causa 53.000 muertes anuales en España, pero en este 2011 ha habido menos infartos de miocardio y menos hospitalizaciones infantiles por asma.