El último grito en seguimiento diagnóstico se llama CARE-LINK. Es una especie de chip electrónico que se coloca junto al corazón y permite hacer seguimiento a los pacientes por control remoto. Un sistema pionero con el que se acabó lo de ir a las revisiones cada dos por tres.
Permite el diagnóstico permanente de pacientes con problemas cardiacos serveros. Ricardo sufrió un infarto en 2009. Desde entonces lleva un desfibrilador automático.
Es similar a un marcapasos. Basta una pequeña intervención para implantarlo.
A partir de entonces solo hay que controlar su funcionamiento. "Es automático. Sólo tengo que enchufarlo a la línea telefónica ponerme la antena sobrte la piel o sobre la ropa y simplemente es pulsar un botón y esperar", asegura Ricardo.
El tiene que repetir este procedimiento siempre que se encuentre mal o cuando el hospital Clínico le haya prograamdo una cita. Pero, ¿qué información llega al hospital?. Julián Pérez Villacastín, de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico nos cuenta que es posible comprobar si ha tenido o no arrítmias o cúal es la actividad del paciente con lo que los especialistas pueden seguir su tratamiento y su estado, e incluso llamarle a consulta para un control más estricto.
"Es como si el paciente llevara la UVI consigo de tal manera que tengaa donde tenga la arritmia, el dispositivo la va a tratar". "Además toda la información que nos transmite nos permite conocer mejor como está, adelantandonos a los problemas".
Ricardo reconoce que tiene que tener cierto cuidado a no recibir golpes en la zona pero "por lo demás puedo hacer vida normal".
Tambien puede viajar. Más alla de nuestras fronteras, el desfibrilador sigue enviando su información al especialista del hospital Clínico.