La Ciudad de las Artes y las Ciencias acoge la exposición 'Els nostres dinosaures', una muestra que reúne en 2.200 metros cuadrados de superficie más de 600 piezas, un 90% reales y el resto réplicas y maquetas.
Junto a la Universitat de València y en colaboración con el Museo de Geología de la Universitat de València (MGUV), la Xarxa de Museus i Col.leccions de Paleontologia de la Comunitat Valenciana y el Museo Geominero (Instituto Geológico y Minero de España), el 41% de las piezas son de la Comunitat Valenciana y un 19% del resto del territorio español. También proceden de América, China, Marruecos, Polonia, Francia o Inglaterra, entre otros.
Estructurada en dos zonas, una interior con diferentes salas que recorren la era Mesozoica, y otra exterior donde se exhiben réplicas de grandes dinosaurios, la exposición reúne por primera vez en un mismo espacio gran parte de los restos paleontológicos más importantes hallados en la Comunitat Valenciana.
A través de un recorrido de casi 200 millones de años, los visitantes pueden ver especies impresionantes, tanto grandes como pequeñas, terrestres y acuáticas, del Mesozoico, conocido como la era de los dinosaurios. También está presente la flora y fauna de esta época, con restos de animales que convivían con los dinosaurios como cocodrilos, aves, peces y tortugas. La exposición se complementa con actividades y visitas guiadas.
La muestra presenta fósiles reales, réplicas y maquetas, así como material audiovisual que ofrece una visión de cómo era el mundo hace millones de años y que los expertos han reconstruido gracias también al valioso patrimonio de nuestro territorio: desde yacimientos de icnitas hasta los notables restos de iguanodóntidos en la comarca de Els Ports y otras especies autóctonas como restos de grandes saurópodos y otros dinos.
Huevos de dinosaurios, huesos fósiles de estas increíbles criaturas e insectos atrapados en el tiempo y protegidos por el ámbar son algunos de los contenidos que ofrece la exposición.
En la zona exterior, un conjunto de réplicas recibe a los visitantes: el reptil cretácico Thalassomedon de 12 metros de longitud, un plesiosaurio (algunas teorías sostienen que el famoso monstruo del lago Ness fue un plesiosaurio, uno de los últimos reptiles cretácicos que sobrevivió), una réplica de Deinonychus con 2,5 metros de largo y dos de Pterodáctilo volador que alcanza los 3,5 metros. También el Morelladon beltrani cuenta con una reproducción escultórica en esta zona.
Una réplica de 6 metros de longitud correspondiente a un Allosaurus da la bienvenida a la zona interior que se distribuye en salas tematizadas en torno a los principales periodos de la Era Mesozoica, además de dos introductorias una sobre Geología, con una importante colección de minerales hallados en la Comunitat Valenciana, y otra sobre paleontología, donde se exponen, entre otros piezas de huevos originales de Oviraptor y Megaloolithus. Además, un interactivo muestra al público en qué consiste y cómo se realiza el trabajo de investigación de los paleontólogos.
La sala dedicada al Triásico (252-201 millones de años) guarda entre otros tesoros una réplica de cráneo de Herrerasaurus- uno de los primeros dinosaurios en poblar la Tierra- y huellas fósiles del reptil Rhynchosauroides. En el espacio sobre el Jurásico, que comprende el periodo de 201 a 145 millones de años, hay muestras de peces, fósiles de saurópodos, ammonites y réplicas de reptiles del Jurásico. También un interactivo presenta los organismos acuáticos, de agua salada, que existieron durante el Mesozoico.
En la zona del Cretácico se muestran restos fósiles de tortugas y cocodrilos, invertebrados marinos, insectos y peces, entre otras piezas; destaca también una réplica de esqueleto de iguanodon. En estas salas, hay además piezas accesibles al público para tocar como una esponja y un tronco fósil del Jurásico, una ammonites y una natica del Cretácico.
El Moredallon beltrani cuenta con un espacio especial donde se proyecta un vídeo mapping de carácter científico y divulgativo sobre las características de este dinosaurio y del lugar del hallazgo, en Morella (Castellón). Los restos se encontraron en una cantera de arcilla para la realización de azulejos. Es una nueva especie emparentada con el popular Iguanodon, uno de los primeros dinosaurios que se descubrieron en el siglo XIX. Los restos del esqueleto no suponen más de una cuarta parte de los huesos que tendría el animal, pero han identificado claramente los rasgos diferenciados respecto a otros dinosaurios, lo que permite definirlo como una especie desconocida hasta ahora.