La Guardia Civil ha detenido a 29 personas y se ha incautado de 618 kilos de droga en distintas intervenciones realizadas en Vizcaya, Burgos, Tarragona, Málaga, Cantabria y Francia contra grupos organizados especializados en el narcotráfico.
Entre los 29 detenidos en el marco de la operación Renka hay españoles, franceses y marroquíes, según ha informado el instituto armado en una nota de prensa. Se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, falsedad documental y blanqueo de capitales.
Los agentes han intervenido 600 kilos de hachís, 12 kilos de speed, 1,3 kilos de cocaína, 5 kilos de marihuana y cantidades importantes de LSD y anfetaminas. También se han incautado de 13 kilos de sustancias para el corte y manipulación de los estupefacientes y han desmantelado el laboratorio donde se ultimaba la preparación de la droga antes de ponerla en circulación.
Además, se han intervenido bienes cuyo valor supera el millón y medio de euros entre viviendas, vehículos de gran cilindrada, dinero en efectivo, armas de fuego, munición, chalecos antibala, pistolas eléctricas, catanas, puños americanos y defensas extensibles.
CAMBIO DE PLACAS DE MATRICULA
La investigación se inició una vez se tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de ciudadanos franceses con residencia en Castro Urdiales (Cantabria) que utilizaban un vehículo de gran cilindrada, al que colocaban distintas placas de matrícula para transportar grandes cantidades de hachís desde el sur de la Península con destino a Francia.
Dado el carácter transfronterizo del grupo, se trabajó con la Policía francesa con el fin de tratar de desarticular toda la organización criminal. Fruto de esta colaboración, se interceptó un transporte con 500 kilogramos de hachís en Francia.
Los integrantes de esta red mantenían numerosas reuniones y contactos con otros narcotraficantes de la zona norte de España que los surtían de todo tipo de sustancias estupefacientes.Continuando con las investigaciones, los agentes localizaron a otra organización perfectamente estructurada que se encargaba del transporte, adulteración, distribución, cobro de deudas y robo de droga a otros traficantes.
PAQUETES POSTALES Y METODO 'GO FAST ROUTIER'
Los miembros de las redes desarticuladas adquirían y traficaban con la droga utilizando envíos de paquetes postales desde países sudamericanos, o bien con el método go fast routier, mediante el cual los narcotraficantes atraviesan a gran velocidad la Península en vehículos sustraídos o con matrículas falsificadas y cargados de hachís.
En la operación se han recuperado 30 placas de matrícula, pertenecientes a los diferentes países por los que habían circulado durante el transporte de la droga, así como matrículas en blanco listas para ser troqueladas.
Una vez realizados los grandes envíos de droga, incendiaban los vehículos para tratar de borrar los indicios del delito. Algunos de estos turismos poseían dobles fondos donde ocultaban la droga para los transportes y entregas a otros traficantes de menor nivel.