Los peritos descartan que Carcaño sufriera algún trastorno mental cuando perpetró el crimen

  • Carcaño tiene una inteligencia baja y es egoísta y manipulador, según el forense

El asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, tiene una "recursos limitados", una "inteligencia de normal a baja que le impide prever conductas a largo plazo" y es egoísta y manipulador, según los peritos que lo examinaron.

El juicio por la violación y asesinato de la joven sevillana, en enero de 2009, ha escuchado hoy también a los psicólogos que han tratado a sus padres, quienes han certificado la "ansiedad permanente" que sufren y su "dolor acrecentado" al ver como callan quienes podrían revelar donde se encuentra su cuerpo.

Los dos forenses y una psicóloga que analizaron a Carcaño, que ahora tiene 21 años, han dicho que es una persona que "manipula y miente" y además es "egocéntrico", pues "primero piensa en su propio beneficio y luego en el resto de las personas".

Pese a ello, han destacado que no tiene ningún trastorno de la personalidad, que no presenta "elevados rasgos de agresividad", salvo los propios de la adolescencia, y que su hermano Francisco Javier Delgado, también acusado, hizo para él las funciones de padre y fue la única persona que le puso límites.

El procesado no conoció a su padre biológico, el compañero de su madre tuvo con él una "afectividad superficial" y su madre no le puso límites, por lo que esa función la asumió su hermano, de quien Carcaño llegó a decir a los peritos: "Me hubiese gustado que fuese más mi hermano que mi padre".

Sobre el intento de suicidio que protagonizó Carcaño el 26 de marzo de 2009 en la cárcel de Sevilla, los psicólogos han afirmado que no respondía a un "verdadero intento de desaparecer de este mundo" sino a un deseo de llamar la atención ya que le habían notificado su posible traslado a un módulo con el resto de los reclusos y temía por su integridad física.

Sobre los padres de Marta, los psicólogos han relatado el tratamiento psicológico y con ansiolíticos que reciben y han explicado que "la falta del cuerpo de su hija, el hecho de no poder asistir a su entierro y no poder acudir al cementerio" corre el riesgo de transformarse en un "duelo patológico".

Las distintas versiones que fueron dando los acusados -hasta siete en el caso de Carcaño- supuso para ellos un "acrecentamiento importante de su dolor psíquico", pues les fueron generando "esperanzas de poder enterrar a su hija, que luego se han ido frustrando".

Antonio del Castillo y Eva Casanueva, al no haber podido despedirse de su hija, se aferran a la posible aparición del cuerpo aunque corren el peligro de que, sin tener respuesta sobre lo que ocurrió, la busquen ellos mismos y "dejen libre a la fantasía, que es muy dañina", han manifestado los expertos.

La jornada de hoy en la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla ha escuchado además a los peritos policiales en telefonía, que han certificado que la antena repetidora situada en Camas (Sevilla) puede tener un alcance de más de dos kilómetros.

Fuentes del caso han indicado que ello permitiría explicar los movimientos de Carcaño la noche del crimen, pues a la 01.30 horas fue visto en su portal de la calle León XIII con la silla de ruedas con la que supuestamente trasladó el cadáver, y a la 01.37 respondió en su móvil una llamada de la madre de Marta que utilizó la antena de Camas, donde vivía con la que entonces era su novia.

Por otra parte, el abogado del hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, ha presentado hoy al tribunal una petición de doce pruebas documentales, de las que debe informar el Ayuntamiento de Sevilla, con las que espera contrarrestar la declaración del taxista que, sorpresivamente, ha revelado que trasladó al acusado hasta León XIII en una hora compatible con el traslado del cuerpo.