Los delfines guardan recuerdos sociales durante toda la vida

  • Reconocen silbidos de sus antiguos compañeros después de más de 20 años
  • Tienen la memoria más larga en una especie no humana
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delfines_470 |Álvaro Santos

Los delfines pueden reconocer silbidos de sus antiguos compañeros en una piscina de agua después de haber sido separados durante más de 20 años, lo que significa que tienen la memoria social más larga jamás registrada en una especie no humana. Esta hazaña de memoria es otra indicación de que los delfines tienen un nivel de sofisticación cognitiva comparable sólo a algunas otras especies, incluidos los seres humanos, los chimpancés y los elefantes.

El talento de los delfines para el reconocimiento social puede ser más duradero que el reconocimiento facial entre los seres humanos, ya que las caras humanas cambian con el tiempo, pero el silbato que identifica un delfín permanece estable a lo largo de muchas décadas.

"Esto nos muestra que se trata de un animal que opera cognitivamente a un nivel que es muy coherente con la memoria social del ser humano", explicó el director del estudio, Jason Bruck, de la Universidad de Chicago (Estados Unidos), cuya investigación se publica en 'Proceedings of the Roayl Society B'.

Para establecer cómo de bien los delfines podían recordar a sus antiguos compañeros, Bruck recogió datos de 53 delfines nariz de botella ('Tursiops truncatus') diferentes en seis instalaciones, como el Zoo Brookfield, cerca de Chicago, y 'Dolphin Quest', en la isla de Bermuda.

"UN ESTUDIO SIMILAR ES IMPOSIBLE"

"Este es el tipo de estudio que sólo se puede hacer con grupos cautivos cuando se sabe el tiempo que los animales han estado separados", señaló Bruck. "Hacer un estudio similar en la naturaleza sería casi imposible", añadió este experto, quien apunta que "la firma de los silbidos" ofrece los medios para probar su memoria.

En los últimos años, otros estudios han establecido que cada delfín desarrolla su propia firma única de silbido, que parece funcionar como un nombre. Los investigadores Vincent M. Janik y Stephanie L. King, de la Universidad de St. Andrews de Escocia, informaron a principios de este año que un delfín mular salvaje puede aprender y repetir firmas pertenecientes a otros individuos y contestar al otro delfín imitando su llamamiento único.

Bruck reprodujo grabaciones de silbidos de delfines que habían vivido con los animales a los que hicieron las llamadas. La determinación de si los delfines reconocían a sus antiguos compañeros requirió una comparación metódica de cómo respondieron a las llamadas de los individuos que les eran familiares frente a las llamadas que pertenecen a los delfines que nunca había conocido.

Sus estudios iniciales mostraron que los delfines "se aburren rápidamente al escuchar silbidos de firma de los delfines que no conocen". Una vez que se habituaron a las llamadas desconocidas, Bruck emitió una grabación de un animal con el que el delfín blanco había vivido, unas llamadas que a menudo animaron a los delfines y provocaron una respuesta inmediata de estos.

"Cuando escuchan un delfín que conocen, a menudo se acercan rápidamente al orador de la grabación -explicó Bruck-. A veces van a rondar, silbar, tratar de conseguir que silbe de nuevo". Para comprobar que la respuesta fue el resultado del reconocimiento, Bruck también les puso una grabación de prueba de un individuo desconocido que tenía la misma edad y sexo que el animal familiar.

Un claro patrón emergió en los datos: en comparación con las llamadas desconocidas, los delfines respondieron significativamente más a los silbidos de animales que alguna vez conocieron, incluso aunque no habían escuchado las llamadas desde hace décadas.

En un ejemplo notable, Bruck reproduce una grabación de un delfín hembra llamada Allie, que actualmente vive en el Zoológico de Brookfield, para el reconocimiento por parte de Bailey, una hembra que está actualmente en las Bermudas pero que convivió con la primera en 'Dolphin Connection', en los Cayos de Florida cuando Allie tenía 2 años y Bailey 4. Pero 20 años y seis meses después de su último contacto, Bailey seguía reconociendo la grabación del silbato de Allie.

Ese tipo de rendimiento después de décadas de diferencia fue el que llevó a Bruck a concluir que los delfines mantienen recuerdos para toda la vida de los silbidos de los demás. En la naturaleza, los delfines mulares tienen una esperanza de vida media de alrededor de 20 años, aunque los ejemplares de larga vida pueden sobrevivir hasta 45 años o más.

De hecho, el estudio de Bruck parece mostrar una memoria pura más larga que cualquier tipo en una especie no humana. Como anécdota, un elefante puede recordar a una madre después de 20 años, pero las pruebas de los recuerdos de animales "a largo plazo fuera de las relaciones de la familia requiere un estudio más sistemático de las múltiples relaciones.

Exactamente por qué las memorias sociales delfines persisten tanto tiempo sigue estando poco claro. Los delfines muestran conexiones sociales sofisticadas que siguen un modelo de "fisión-fusión".

En alta mar, los delfines se pueden separar de un grupo y fundirse con otros grupos muchas veces, por lo que estas relaciones podrían haber exigido un aumento de la capacidad de memoria, aunque también es posible que la memoria sea sólo una faceta de la mente avanzada que se desarrolló en los delfines por otras razones.

"Las capacidades cognitivas de los delfines están muy bien desarrolladas, y, a veces este tipo de cosas son rasgos que se arrastran durante largo tiempo. Pero para probar si este tipo de capacidad de la memoria social es adaptativa, se necesitarían más datos demográficos de varias poblaciones en la naturaleza", reconoce el director del estudio. "Es agradable ver este tipo de habilidad en un no primate, ya que éste es un gran ejemplo de evolución convergente", subraya.

Otra gran cuestión que esta investigación plantea es cómo las llamadas firmas de los delfines son similares "a las palabras humanas y los nombres". Hasta ahora nadie ha sido capaz de probar lo que significan los silbidos de firma en la mente de un delfín. "Sabemos que utilizan estas firmas como nombres, pero no sabemos si el nombre se refiere a algo en su mente como el nombre de una persona para nosotros -reconoció Bruck-. No sabemos todavía si el nombre hace una imagen de los delfines en la cabeza de otro delfín".