Un total de 8.711 conductores han sido denunciados por utilizar el teléfono móvil mientras estaban al volante en las dos semanas de campaña de control y vigilancia de distracciones puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico (DGT) entre el 5 y el 18 de marzo. En esos días, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han controlado casi 855.000 vehículos y han formulado 10.889 denuncias por realizar acciones que suponen una distracción en la conducción.
De las 10.889 multas, 8.711, aproximadamente un 80 por ciento, corresponden al uso manual del teléfono móvil, mientras que otros 123 conductores han sido denunciados por programar o manipular el navegador mientras conducían.
Según diversos estudios, el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes, y el riesgo que asume el conductor cuando habla por el teléfono mientras conduce puede ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
Durante la campaña también se ha constatado que en un 25 por ciento de los vehículos inspeccionados el conductor usaba un "manos libres". Un dispositivo que, pese a estar permitido, provoca pérdida de concentración, de tal modo que no se mantiene una velocidad constante, el tiempo de reacción es mayor y se reduce la distancia de seguridad.
Durante la campaña también se han vigilado otras conductas que provocan distracción como la utilización de cascos o auriculares conectados a receptores o reproductores de sonido distintos del teléfono móvil. En total se han formulado 416 denuncias por hacer uso de estos dispositivos.
Otros 1.639 conductores han sido sancionados por otras infracciones que provocan distracción en la conducción.
Desde enero y hasta el 21 de marzo se han producido 244 accidentes mortales en carretera, de los cuales, la falta de atención ha estado presente en 93 de ellos, con un balance de 99 fallecidos.