El 42,1 por ciento de los conductores fallecidos el año pasado en accidente de tráfico y el 34,3 por ciento de los peatones muertos por atropello había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses dada a conocer hoy. Unos datos que, en el caso de los conductores, muestran una reducción de un punto con respecto a 2017, aunque estos índices se mantiene más o menos inalterables desde 2011, si bien en los peatones se ha producido una ligera subida de tres puntos, aunque ese 34,3 por ciento es uno de los más bajos de los últimos seis años.