Día de Todos los Santos. Una tradición cristiana que abarrota cada uno de noviembre los cementerios. Sólo en La Almudena, el más grande de Europa con sus 3 millones de tumbas se prevén hasta 200.000 visitas.
Un día para muchos, de dolor y recuerdo. Los cementerios de Madrid se han llenado de flores y de miles de personas que honran a los suyos.
Un día de tristeza pero también, de vida. Porque hoy hemos visto a niños jugueteando entre las tumbas, ajenos lógicamente al significado de esta celebración.
La tradición cristiana se vuelve a cumplir. Medio millon de personas visitan hoy los camposantos, para recordar a los que no están.
Depositan coronas y flores en el reencuentro anual con los que ya no están. La muestra de que nunca los olvidan.
Las tradiciones se repiten durante estos días en cada rincón del país, ya sea para celebrar la fiesta de procedencia anglosajona conocida como Halloween o la católica y muy arraigada de llevar flores al cementerio el día de Todos los Santos y Difuntos para recordar a los familiares y amigos más allegados.
Para ello, tenderetes con multitud de flores de colores -naturales y artificiales- reciben a los que no faltan nunca a esta cita para recordar a sus antepasados. En esta época suele haber mucha afluencia de público, ya que se trata de una tradición arraigada en toda España.
GLADIOLOS, ROSAS Y MARGARITAS
Entre los adornos más vendidos, los ramos de claveles con gladiolos y rosas, aunque también empiezan a hacerse notar las margaritas en las sepulturas. Las rosas son otro tipo de flor que en solitario cada vez se impone más en esta época del año. Por el contrario, el clásico crisantemo que suele ser la flor por excelencia en Todos los Santos y Difuntos tiende a perderse por su atribución a la muerte.
Respecto a los tipos de centros y ramos, los hay de diversos tamaños y con diversidad de flores; y suponen un cambio en la estética.