Los amish, un grupo religioso protestante de Estados Unidos, de vida sencilla que se caracterizan por vivir en el pasado y por no querer adoptar comodidades y tecnologías modernas, podrán seguir llevando su carros tirados por caballos sin adaptarlos a las normas de circulación, tal y como pedían las autoridades de un pequeño condado de Wisconsin.
Querían que los amish obtuvieran el carnet de conducir necesario para llevar sus carromatos, cinturones de seguridad e incluso espejos retrovisores para reducir los accidentes de tráfico. Pero no solo eso, también un seguro, parabrisas y sillitas para los más pequeños del hogar.
Los amish dijeron que su valores tradiconales se verían amenazados y han ganado la batalla.