Los amigos David y Loumkoua recorrerán 2.300 kilómetros durante el mes de agosto, desde Ceuta hasta Bruselas, para sensibilizar y llevar el mensaje a la Comisión Europea de que la integración y la acogida son posibles. "Nuestro objetivo es muy sencillo: visibilizar lo bien que nos llevamos, que la gente vea que al romper los prejuicios todos somos mucho más parecidos de lo que nos creemos", explica David en una entrevista con Europa Press.
Así, con esta idea sencilla pero clara, nació 'De la frontera al corazón' hace dos meses tras escuchar el testimonio de un joven asturiano que viajó en bicicleta desde Gijón hasta Kenia para ayudar a una ONG con la que había estado trabajando durante un año. "Tras escucharle decidimos que queríamos hacer algo parecido: ir en bici para reivindicar algo", explica David. El nombre del proyecto es un buen resumen de sus ideas: para ambos amigos es necesario romper las fronteras invisibles para poder llegar al corazón de la gente.
"Queremos que el viaje sirva para sensibilizar a la gente y demostrar que no hay que tener miedo a lo desconocido, porque todos somos ciudadanos de la misma tierra", explica Loumkoua, quién llegó a España hace ya seis años y asegura que ha vivido muchas de estas 'fronteras internas' en primera persona. "Mucha gente te ve sólo como extranjero, te mira con pena, pero he tenido mucha suerte y he conocido a mucha gente buena que me ha acogido, me ha aceptado como soy, me llaman amigo, hermano, me cuentan sus problemas y eso me ha permitido avanzar porque siento que confían en mí", añade.
Una de estas personas es David, amigos y desde hace un año compañeros de trabajo en un colegio de la Fundación Escuela Teresiana en Madrid. "Desde el principio encajamos muy bien, tenemos una visión de la vida parecida", explica el burgalés, quién destaca de Loumkoua su "extrema generosidad y su enorme corazón". Virtudes que entendió dónde las había cultivado al visitar a su familia en Camerún el verano pasado. "Llegué a su casa, muy humilde y sencilla, y cuando entré estaba su madre con más de 20 niños repartiendo lo que tenía", recuerda.
La pareja de amigos partirá el próximo 1 de agosto rumbo a Bruselas, dejando claro que no es un reto deportivo, sino humano. "Si en algún momento uno no puede, rompe, y hay que coger un bus, con toda la libertad, lo contamos y ya está. Sólo somos dos amigos que comparten una aventura", explica David, ya que toda la ruta se podrá seguir a través de sus redes sociales, Facebook (@delafronteraalcorazon) e Instagram (@ridemybikemadrid), donde irán colgando vídeos e imágenes.
Pero David y Loumkoua no están solos en esta aventura ya que están contando con muchos apoyos. La tienda Somos Recycling les ha proporcionado las bicicletas que usarán en la ruta, Ciclo Green les ha ayudado para programar la ruta y CatLike les ha facilitado los cascos y gafas de ciclistas. Además, numerosas ONG están apoyando la causa, como Karibu, la campaña
HOSPITALIDAD, promovida por SJM España, Jesuitas Social, Alboan, Entreculturas, Fundación Hogar de San José, la FET, Fundación Escuela Teresiana, la Fundación RED INCOLA, la Asociación ELIN y AMYCOS.
Por ello, han abierto un crowdfunding, a través de 'Mi grano de arena', para recaudar dinero a favor de estas organizaciones que trabajan por la integración y la acogida de las personas. Además, recuerdan que todo aquél que se quiera unir en algún tramo del camino, es bienvenido, e incluso si alguien quiere colaborar acogiéndoles en alguna parte del trayecto, recuerdan que esa sería una "gran forma de colaborar", ya que sus gastos personales los cubrirán ellos.