Cada año se recogen en todo el mundo alrededor de 93 millones de donaciones en todo el mundo. La mitad de ellas se destinan sólo al 15 % de la población que es la que corresponde a los países desarrollados. Falta por tanto mucha sangre. Crearla en un laboratorio hasta ahora podría parecer un sueño de la comunidad científica, pero ese sueño no es inalcanzable. Koji Eto, es pionero en la investigación de sangre artificial, y de manos de la embajada de Japón en España y de la fundación BBVA se encuentra en nuestro país para explicar el presente y futuro de sus investigaciones. Su trabajo es un paso hacia la realizacion de un sistema que permita disponer de un sistema de transfusión de sangre estable y seguro que no dependa de la donación. Eto ha conseguido inducir por primera vez la formacion de plaquetas perfectamente funcionales a partir de otras células maduras ya especializadas, en concreto células de piel. Unas plaquetas que además no caducan en días como ocurren con las donaciones convencionales, porque como dice Koji Eto estas plaquetas se pueden congelar y disponer de ellas cuando el paciente lo requiere.
Las plaquetas han certificado ser completamente útiles en ratones. Pronto empezarán los ensayos en humanos. Según Eto, en dos o tres años se podrán usar y en siete u ocho años podrás tener utilidad terapeútica en pacientes enfermos.
A estas plaquetas, como van sin plasma, se les extrae el riesgo de transmitir infecciones como ocurre en las tradicionales donaciones. En menos de una década si se cumplen las espectativas podremos contar con un sistema de transfusiones basado en sangre de diseño.