El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha asegurado que Osman, el niño afgano de siete años con parálisis cerebral que permanece atrapado con su familia en el campo de refugiados de Idomeni (Grecia), vendrá a España en cuanto esté lista la documentación y ha admitido con prudencia que "a lo mejor es hoy mismo".
"Solo el padre tenía pasaporte afgano y ha habido que dar salvoconductos al niño y al resto de su familia y averiguar si habían pedido asilo en Grecia, que afortunadamente no ha sido el caso, así que todo se puede acelerar", ha explicado Margallo en una entrevista en la Ser.
El titular de Exteriores ha asegurado que Osman y su familia saldrán hacia Atenas (en cuanto tengan la documentación) y de allí en un avión con asistencia sanitaria a España donde se va a hacer lo que se pueda por el niño".
Lo que no ha concretado Margallo ha sido el hospital de la comunidad valenciana que atenderá al pequeño al ser una decisión que competece al gobierno autonómico. "Será la consejera de Sanidad y el presidente Ximo Puig quien determinen cuál es el hospital más adecuado", ha apuntado el ministro.
El jefe de la Diplomacia española ha rechazado, no obstante, cualquier enfrentamiento entre administraciones por este asunto y ha asegurado estar en contacto permanente con la consejera de Sanidad valenciana, Carmen Montón. "Estamos todos jugando en el mismo equipo, no hay diferencias partidistas y sería inmoral que las hubiese", ha añadido.
Margallo ha admitido, además, su implicación personal con el caso del pequeño Osman. "Todos los temas humanos son los que más afectan a la persona que está en el Ministerio. porque son asuntos, en los que, si eres decente, tienen que involucrarte personalmente", ha indicado.
En cuanto a la gestión de la crisis de refugiados por parte de la Unión Europea, ha reconocido que "existe un defecto de base" al carecer de una política común de asilo o inmigración. "Todo lo que estamos poniendo son parches y ha sido un parche el acuerdo entre la UE y Turquía", ha admitido el ministro.
En cualquier caso, y pese a reconocer que el citado tratado "no es ni mucho menos perfecto" la situación ahora "es mejor" al haberse reducido "la entrada irregular, los naufragios y las muertes" al implicar "el cierre de los caminos utilizados por las mafias, que estaban sacando 3.000 millones de euros al año a esta pobre gente, en condiciones de seguridad malísimas".
En cuanto al procedimiento de reasentamiento y reubicación, Margallo ha admitido que "los centros de acogida en origen (Grecia e Italia) no están funcionando" y "el procedimiento no arranca" lo que impide "que se puedan traer a los refugiados". En su opinión, "mientras no se ponga una política de asilo común no habrá una solución definitiva" a la crisis.