La Dirección General de Tráfico (DGT) realizará entre este lunes y el viernes una campaña especial de control de autocares escolares, un tipo de vehículos relativamente seguro, aunque en lo que va de año 22 personas han resultado heridos en accidentes relacionados con ellos, en muchos casos debido a atropellos al subir o bajar del autobús por despistes del menor, el conductor o los padres. Durante los cuatro días de duración de la campaña de control, los agentes de la Guardia Civil intensificarán las inspecciones, comprobando que disponen de cinturón de seguridad en el caso de vehículo matriculados después de 2007, así como de las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio.
Asimismo, los agentes verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
El año pasado, 54 autobuses escolares estuvieron implicados en accidentes con víctimas en los que resultaron heridas 44 personas (6 conductores y 38 pasajeros). Hasta el 15 de octubre de este año, 28 autobuses escolares se han visto implicados en accidentes con víctimas en los que han resultado heridas 22 personas (3 conductores y 19 pasajeros).
La velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos y la mayoría de ellos (el 90%) tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos.
En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.
FALTA DE CINTURONES DE SEGURIDAD
Junto a los atropellos, otro de los puntos débiles del transporte escolar es la falta de cinturones de seguridad. Así, a pesar de que su uso en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90 por ciento en caso de choque frontal o vuelco, de acuerdo a diversos estudios, sólo dos de cada cinco autocares que realizan transporte escolar (38%) llevan instalados cinturones de seguridad, según la Federación Española Empresarial del Transporte de Viajeros (Asintra).
En caso de accidente, llevar correctamente abrochado el cinturón evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas. No obstante, de los 22 heridos leves registrados este año en los que estuvo implicado un autobús escolar, siete no llevaban cinturón de seguridad.
La Unión Europea emitió una Directiva Comunitaria, que España ha transpuesto a su ordenamiento jurídico, que establece que desde octubre de 2007, se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados los sistemas de retención.
Por otro lado, con la intención de fomentar la movilidad sostenible desde edades tempranas, la DGT en colaboración con la Federación de Municipios y Provincias promoverá e incentivará los caminos seguros escolares. Se trata de seleccionar itinerarios básicos de ida y vuelta del colegio, a través de la revisión de los elementos que conforman la movilidad urbana a pie, en bicicleta o en transporte público, dejando el vehículo privado para un uso subsidiario en este tipo de desplazamientos.