Más de cien delfines de catorce zoos europeos participarán en septiembre de forma simultánea en un proyecto pionero que lidera desde Tenerife Loro Parque: analizar si los animales padecen estrés a través de una muestra de saliva que detecta los niveles de la hormona cortisol.
El director de Medio Ambiente de Loro Parque Fundación, Javier Almunia, explica en una entrevista a Efe que uno de los aspectos fundamentales de los zoológicos es su implicación en proyectos de investigación para conocer hasta qué punto los animales que acogen presentan algún problema de estrés crónico, que puede desembocar en una patología.
Por ello se investigan indicadores de estrés bastante complejos, pues hay marcadores bioquímicos y de hormonas, como la citada cortisol, que ofrecen la posibilidad de hacer un seguimiento en conjunto del animal, pues también se analiza si tiene un comportamiento apático, agresivo o se relaciona bien con el resto del grupo.
Javier Almunia, doctor en Ciencias del Mar, subraya la eficacia de medir los niveles de esta hormona porque sus resultados son casi inmediatos, de forma que se puede intervenir "muy rápido" si es necesario.
La novedad del proyecto que lidera Loro Parque Fundación es que hasta ahora se ha utilizado el cortisol presente en sangre, por lo que es preciso realizar una extracción al animal, y ahora el método se basa en analizar la saliva.
Lo que se requiere previamente para que el dato sea útil es conocer cuál es la concentración normal de cortisol en el animal para determinar si luego los resultados son elevados o no y, por ello, para el estudio que se hará en septiembre se han descartado a los delfines de los que se sospecha que pueden presentar síntomas de estrés.
El resto de animales serán seleccionados aleatoriamente para asegurar que los delfines participantes en el estudio presentan concentraciones normales de cortisol.
Los zoológicos participantes son tres de España, pues además del Loro Parque intervienen en el proyecto Marineland de Cataluña y Mundomar de Benidorm.
Además participan dos zoos de Portugal, Francia e Italia, y uno de Holanda, Alemania, Suecia y Finlandia.
Cada centro aplicará la misma metodología en una franja de entre quince y veinte días, en función de las posibilidades de su respectivo delfinario, y las muestras se enviarán para su estudio a la Universidad Autónoma de Barcelona.
La toma de saliva es rápida y no genera ningún tipo de manipulación ni estrés añadido al animal, pues se realiza cuando el delfín sale del agua, se espera unos segundos a que la boca esté vacía de líquido y entonces se pasa por la mucosa una especie de bastoncillo largo de algodón.