El joven español, cuyo cadáver fue encontrado el martes en Bournemouth (sur de Inglaterra), fue presuntamente asesinado por su compañero de piso, coincidieron hoy en indicar en declaraciones a Efe varias fuentes.
Un británico de 29 años, vecino de Bournemouth, fue detenido el martes como sospechoso de la muerte del joven español y, según dijeron a Efe vecinos, testigos y conocidos de Sergio, se trata de su compañero de piso.
Sergio Retamar Márquez, de 23 años y natural de Coín (Málaga), residía desde hace un año en esta tranquila localidad costera del sur de Inglaterra y en los últimos dos meses ha compartido con un joven inglés el piso donde fue encontrado muerto.
La víctima, al igual que otros muchos españoles, estudiaba inglés y trabajaba al mismo tiempo en un hotel de esta localidad, un popular lugar de vacaciones por su playa de arena, una de las mejores de Inglaterra.
La policía no ha desvelado la identidad del detenido, al que sigue interrogando en un centro de seguridad, si bien asegura que se trata de la única persona implicada en el crimen.
En un comunicado divulgado hoy, la policía local precisó que "el incidente se produjo entre dos personas que se conocían" y que no busca a nadie más en relación con este asesinato.
David Alvarado, un joven español que vive y trabaja en Bournemouth, reveló que sabía a través de un amigo que Sergio estaba "incómodo" con su compañero de piso y que se lo había hecho saber a la casera, lo que, en su opinión, "podría haber desencadenado el suceso".
La entrada de la vivienda, situada en una céntrica calle de esta ciudad de 180.000 habitantes y a pocos metros de una comisaría de policía, se encuentra desde el martes acordonada y vigilada en todo momento por agentes que exigen a los vecinos identificarse para acceder a sus casas.
Uno de ellos, que no ha querido identificarse, reveló que saludó al español cuando se mudó a la vivienda hace dos meses y que compartía piso con un joven inglés llamado Carl que se comportaba de manera muy extraña.
"Vivía aquí antes de que Sergio se mudara al piso. Es un tipo muy raro, siempre que me lo cruzaba por la escalera tenía la mirada perdida y alguna vez mi mujer y yo lo vimos espiándonos por la ventana. Asustaba un poco, la verdad", comentó.
El dueño del bar Downes Wine, que se encuentra en los bajos del edificio donde fue asesinado el español, reconoció a Efe que el suceso había sorprendido mucho, ya que Bournemouth y especialmente ese barrio la población no acostumbra a ver ese tipo de sucesos.
Philip Ellison reveló que conocía de vista tanto al español como a su compañero de piso, al que también calificó como "alguien extraño".
Según su versión, fue un obrero que trabajaba en el edificio el que entró en el piso y encontró al español muerto en su casa, después de que unas amigas de Sergio que no le localizaban le pidieran ayuda.
El relato de ese obrero desató las especulaciones de que el cuerpo del joven estaba rodeado de sangre y que había sido decapitado, lo que ha sido publicado en algunos medios de comunicación británicos.
En este sentido, el inspector Stewart Balmer apuntó hoy a través de un comunicado que la familia del joven ha sido informada de las circunstancias en que se produjo el asesinato y que no corresponde a los agentes "hablar de lo descubierto en el lugar del crimen".
Miembros de la familia de la víctima, entre ellos un tío de Sergio, se han desplazado hasta Bournemouth para realizar las gestiones de repatriación del cadáver, algo que tendrá que esperar hasta que los expertos terminen con las pruebas forenses.
La española Beatriz Sanz, que trabaja cerca del lugar del crimen, reconoció que el suceso había conmocionado a la numerosa comunidad de españoles que reside en la ciudad costera.
"Personalmente no conocía a Sergio, pero tengo un amigo en común. Esto es muy pequeño y al final nos conocemos todos o acabamos coincidiendo en algún sitio", explicó.