Mediante el uso de métodos cuantitativos sobre la forma de fósiles dentales, un equipo internacional de investigadores asegura que no se ha encontrado un antepasado común de los neandertales y los humanos modernos.
Su análisis también presenta evidencia de que las líneas de los neandertales y los humanos modernos se separaron hace cerca de un millón de años, mucho antes de lo sugerido por los estudios basados en la evidencia molecular.
La búsqueda de un ancestro común que una a los seres humanos modernos con los neandertales que vivieron en Europa hace miles de años ha sido un tema apremiante para la investigación, pero este estudio sugiere que la búsqueda no está completa.
La investigación, que se publicará esta semana en la edición digital de 'Proceedings of the National Academy of Sciences', fue realizada por un equipo de expertos de la Universidad George Washington, en Estados Unidos; el Instituto Konrad Lorenz para la Investigación sobre Evolución y Cognición, en Austria; la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, y el Equipo de Investigación de Atapuerca, en España.
"Nuestros resultados llaman la atención sobre las fuertes discrepancias entre las estimaciones moleculares y paleontológicas del tiempo de divergencia entre los neandertales y los humanos modernos", dijo Aida Gómez Robles, autora principal del estudio y científica postdoctoral en el Centro para el Estudio Avanzado de Paleobiología Homínida de la Universidad George Washington. "Estas diferencias no pueden ser simplemente ignoradas, sino que tienen que reconciliarse de alguna manera", agregó.
El artículo, titulado "Ninguna especie de homínido conocido coincide con la morfología dental prevista del último ancestro común de los neandertales y los humanos modernos", se basa en los fósiles de aproximadamente 1.200 molares y premolares de 13 especies o tipos de homínidos, seres humanos y familiares y antepasados humanos. Los fósiles de los conocidos yacimientos de Atapuerca tienen un papel crucial en esta investigación, ya que representan más del 15 por ciento de la colección completa de los fósiles estudiados.
Los investigadores usaron técnicas de análisis morfométricos y estadísticas filogenéticas para reconstruir la morfología dental del último ancestro común de los neandertales y los humanos modernos. Estos expertos concluyen con alta confianza estadística que ninguno de los homínidos generalmente propuestos como ancestro común, como 'Homo heidelbergensis', 'H. Erectus' y 'H. Antecessor', es una pareja satisfactoria.
"Ninguna de las especies que se han sugerido anteriormente como el último ancestro común de los neandertales y los humanos modernos tiene una morfología dental que ea totalmente compatible con la morfología esperada de este antepasado", explicó Gómez- Robles.
ANCESTROS MÁS CERCA DE LOS NEANDERTALES
El estudio también revela que los potenciales ancestros humanos descubiertos en Europa están morfológicamente más cerca de los neandertales que los humanos modernos, lo que plantea que la línea que condujo a los neandertales surgió hace aproximadamente un millón de años y la divergencia de los seres humanos tuvo lugar mucho antes de lo que se pensaba. Otros estudios han fijado la divergencia hace alrededor de 350.000 años.
Los investigadores sostienen que los métodos cuantitativos y estadísticos proporcionan una mejor manera de resolver los debates acerca de los orígenes humanos que los análisis descriptivos que se han utilizado en el pasado. "Nuestro objetivo principal -escriben-- es plantear preguntas sobre la evolución humana en un marco cuantitativo comprobable y ofrecer un medio objetivo de resolver debates aparentemente irresolubles sobre la filogenia de los homínidos".
También sugieren la aplicación de su metodología para estudiar otras partes del cuerpo representadas en el registro fósil homínido. Las respuestas a la pregunta sobre la ascendencia podrían provenir de análisis de los fósiles de homínidos de África, según los investigadores, pero el registro fósil africano de interés es escaso. "El estudio nos dice que todavía hay un nuevo homínido esperando a ser descubierto", afirma David Polly, profesor en el Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Indiana y coautor del estudio.