Alrededor del 60% de las personas con covid-19 continúan con al menos un síntoma de esa enfermedad un año después de la infección, según un nuevo estudio presentado en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, que se celebra en Lisboa (Portugal) desde el pasado sábado hasta este martes.
El estudio fue realizado por cuatro investigadores del Instituto de Salud de Luxemburgo y se basa en el seguimiento de 289 personas que contrajeron la covid-19 y con una media de edad de 40,2 años, a las que se dividió en tres grupos según la gravedad de la infección inicial: covid-19 asintomático, leve y moderado o grave.
A esas personas se las se invitó a completar un cuestionario detallado un año después con preguntas sobre 64 síntomas comunes relacionados con la covid persistente, así como otro sobre la calidad del sueño y otro sobre el efecto de los síntomas respiratorios en la calidad de vida.
Los investigadores encontraron que los síntomas de covid-19 que no desaparecen tras 15 semanas probablemente duren al menos un año. Entre un 25% y un 40% de las personas con esa enfermedad desarrollan síntomas persistentes que pueden afectar a múltiples órganos o incluso acarrear problemas de salud mental.
El 59,5% de los participantes tenía al menos un síntoma de covid persistente un año después de la infección inicial, principalmente fatiga, dificultad para respirar e irritabilidad.
Un tercio (34,3%) experimentó fatiga un año después; un 12,9% dijo que los síntomas respiratorios estaban afectando su calidad de vida y más de la mitad (54,2%) tenía problemas continuos para dormir.
EL DOBLE DE PROBABILIDADES
Los participantes con covid-19 moderado o grave tenían el doble de probabilidades de continuar con al menos un síntoma 12 meses después que los que habían sido asintomáticos. Haber tenido covid-19 moderado o grave también se asoció con más problemas de sueño un año después que ser asintomático (63,8% frente a 38,6%, respectivamente).
“Los participantes con una forma leve de la enfermedad aguda tenían más probabilidades que los que habían estado asintomáticos de tener al menos un síntoma al año y de tener problemas para dormir, pero en menor medida que aquellos con una enfermedad aguda moderada o grave”, apunta Aurelie Fischer.
Uno de cada siete participantes (14,2 %) apuntó que no podía imaginar cómo afrontar sus síntomas a largo plazo. La persistencia de los síntomas no se asoció con la onda pandémica.
El análisis también muestra que algunos grupos de síntomas tienden a ocurrir juntos, lo que sugiere que existen múltiples tipos diferentes de covid persistente.