Felipe VI va a presidir este viernes por tercera vez en su reinado, la tradicional ceremonia de la Pascua Militar en el Palacio Real, que en esta ocasión tendrá como principal novedad el estreno de María Dolores de Cospedal como ministra de Defensa.
Don Felipe, acompañado de la reina Letizia, se dirigirá a los principales mandos de las Fuerzas Armadas, encabezados por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Fernando García Sánchez. El acto va a contar también con la presencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido.
La Pascua Militar es el primer acto oficial del Rey en el nuevo año, cuya última aparición pública fue en el discurso de Nochebuena. Después de que la pasada edición se celebrara con el Gobierno en funciones, el solemne acto castrense tiene este año el Ejecutivo renovado, con De Cospedal al frente de Defensa en sustitución de Pedro Morenés.
Como es habitual, el jefe del Estado centrará su discurso en el ámbito castrense y de la seguridad ante la amenaza del terrorismo, asuntos que no abordó en su mensaje navideño. También intervendrá De Cospedal, que desde que asumió el cargo el pasado 4 de noviembre, ha visitado tres de las misiones en el exterior donde hay tropas españolas: Irak, Mali y Sicilia (Italia).
La de Irak, en la que España colabora en la formación del ejercitó local dentro de la coalición internacional contra el Dáesh, se ha visto reforzada después de que el Congreso autorizara hace dos semanas ampliar a unos 450 el número de soldados destacados. La ceremonia de la Pascua Militar se desarrollará en el Salón del Trono, donde tendrán lugar los discursos y se impondrán las condecoraciones.
Entre los 150 invitados, en su mayoría militares, habrá presencia de los tres ejércitos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, de autoridades civiles y de la Asociación de Veteranos. Antes del acto en el interior del Palacio, el Rey pasará revista a una formación de la Guardia Real en el Patio de la Armería.
La Pascua Militar es una conmemoración que instauró Carlos III después de que España recuperara la localidad menorquina de Mahón, de manos de los ingleses, el 6 de enero de 1782. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, congregasen a las guarniciones y comunicasen su felicitación en su nombre a los jefes y oficiales de los ejércitos.