La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ha ordenado este jueves el cese de comercialización y retirada del mercado de varios lotes de seis protectores solares tras conocer, a través de la OCU, que su etiquetado era incorrecto y no cumplían con el factor de protección anunciado.
No obstante, la AEMPS ha informado de que no se han notificado incidentes de quemaduras solares relacionados con ninguno de estos productos.
En concreto ha cesado la comercialización y retirado del mercado varios lotes de Rituals Invisible Sun Protection Face Cream SPS 50+, Vichy Capital Soleil Creme Onctueuse Protectice SPF 50+ y Biotherm Waterlover Face Sunscreen SPF 50+, que prometen en su etiquetado una protección "muy alta", y que en los ensayos facilitados por la OCU es solo "alta".
También ha cesado la comercialización y se han retirado lotes de Nivea Sun Protección facial Sensitive SPF 50, Lancaster Sun Sensitive Oil-Free Milky Fluid SPF 50 y Piz Buin Hydro Infusion Sun Gel Cream Face SPF 50.
En estos tres productos la protección que ofrecen es "alta" pero los valores numéricos de protección solar obtenidos, siendo altos, no concuerdan con lo que figura en el etiquetado.
Finalmente, en el producto Isdin Fusion Water Magic SPF 50 habría un incumplimiento en el factor protección ultravioleta, pero los resultados obtenidos por la OCU no han sido determinantes y, de momento, la AEMPS no ha tomado medidas.
Según este organismo dependiente de Sanidad, las empresas han sido informadas de las medidas adoptadas y de los incumplimientos detectados.
LAS EMPRESAS, RESPONSABLES
Los protectores solares en la Unión Europea se consideran productos cosméticos y deben cumplir una serie de garantías establecidas en la legislación.
Los cosméticos no están sometidos a un procedimiento de autorización previa por parte de las autoridades antes de su introducción en el mercado.
Es la empresa responsable del producto, que figura en su etiquetado, la que garantiza que este es seguro, eficaz y cumple con los requisitos exigidos en la normativa