El Papa ha pedido perdón a los pobres por las actitudes de algunos cristianos que son indiferentes o miran hacia otro lado cuando ven personas en situación de pobreza y ha asegurado que en el corazón del Evangelio está la pobreza como gran mensaje.
Ante miles de personas que viven en situación de precariedad y que se han desplazado hasta Roma para participar en uno de los eventos finales del Jubileo de la Misericordia, Francisco ha pedido perdón en nombre de los cristianos que leen el Evangelio "no encontrando la pobreza en el centro".
"Pido perdón por los cristianos que delante de una persona pobre o situación pobre miramos a otro lado", ha asegurado ante los participantes de la audiencia de las personas con condiciones precarias, durante el fin de semana del Jubileo de los excluidos.
Francisco ha reflexionado sobre la verdadera pobreza, que ha definido como la falta de sueños al expresar que una persona es pobre cuando pierde "la capacidad de soñar, de llevar una pasión adelante". Asimismo, les ha pedido que enseñen a los que tienen una casa donde dormir, que les falta la comida o la medicina "a no estar satisfechos".
En este sentido, les ha pedido que "sueñen que un día el mundo puede cambiar" y ha subrayado que "solo aquel que siente que le falta algo mira arriba y sueña". "El que tiene todo no puede soñar", ha incidido.
Además, se ha referido a la capacidad de encontrar "belleza" en las cosas "más tristes y más sufridas" y ha señalado que esto solamente puede hacerlo "un hombre o una mujer con dignidad". "Pobre sí, arrastrado no. Eso es dignidad", ha agregado. Así, ha señalado que la capacidad de ser "solidario" es uno de los frutos que da la "pobreza".
"Cuando hay mucha riqueza uno se olvida de ser solidario porque está acostumbrado a que no le falte nada. Mientras que la pobreza vuelve solidario y se extiende la mano a quien está pasando una situación más difícil", ha dicho.
El Pontífice también ha observado que "las guerras se hacen entre ricos para tener más" y ha advertido de que "es muy triste cuando la guerra llega a hacerse entre los pobres". "Los pobres, desde su misma pobreza, son más proclives a ser artesanos de la paz. Todas las religiones necesitan crecer en la paz porque todas las religiones son mensajeras de paz", ha subrayado.
El Año Santo Jubilar instituido por Francisco para hacer obras de caridad concretas finaliza este 20 de noviembre precisamente con Jubileo de los excluidos.