La marcha del Orgullo de Jerusalén reivindica la igualdad en la Ciudad Santa
EFE
Más de 10.000 personas pidieron este jueves la igualdad para la comunidad LGTB+ de Jerusalén en una marcha más reivindicativa que festiva, entre fuertes medidas de seguridad por la hostilidad hacia esta comunidad y el conservadurismo en una ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas.
Para el rabino reformista de origen argentino Uri Ayalon, el mensaje que envía esta marcha por las calles de Jerusalén no sólo es de orgullo, sino también de "tolerancia", por la singularidad de la población jerosolimitana, crisol de religiones e identidades.
"El judaísmo dice, como otras religiones, que fuimos creados a imagen de Dios y la igualdad y estar todos y que cada uno viva a su manera es algo muy importante. Cuando se hace en Jerusalén es más fuerte todavía", declaró Ayalon a Efe.
La ruta de la marcha, que comenzó en el parque de la Libertad, en el oeste de la ciudad, y terminó en el de la Independencia, estuvo cerrada al tráfico desde primera hora de la tarde y, para acceder a ella, era necesario un brazalete que la Policía entregaba pasado el control previo de seguridad.
Los participantes depositaron flores durante el recorrido sobre el retrato de la adolescente Shira Banki, que murió apuñalada por un ultraortodoxo judío en 2015 durante la celebración de este evento, lo que llevó a reforzar las medidas de seguridad de un acto que hoy vigilaban más de 2.500 agentes.
Un portavoz policial informó de la detención de 52 sospechosos en las inmediaciones de la marcha, uno de los cuales portaba un cuchillo.
"En mi ciudad (Bersheva, al sur de Israel) es más fácil porque aquí hay muchos religiosos, pero no tenemos que enseñar a la gente que tenemos miedo. Cuando tienes miedo, lo ven y atacan. Tenemos que mostrarnos orgullosos", dijo a Efe la joven Shahar Kindler, que se definió como bisexual.
El recién nombrado ministro israelí de Justicia, Amir Ohana, del partido derechista Likud y declarado abiertamente gay, estuvo en el inicio de la marcha, que al principio del recorrido se topó con una contraprotesta de la organización religiosa judía Hazón, separada por vallas de seguridad.
Algunos insultos desde los balcones y espontáneos que pidieron a la comunidad LGTB "marcharse de Jerusalén" fueron recibidos entre bromas por los participantes, que reivindicaron la igualdad.
"En Tel Aviv la marcha es celebrar quién eres, aquí es además una protesta. Puedes ver un amplio espectro de la sociedad israelí, ultraortodoxos, árabes...", describió a Efe el israelí Dudu Levran que se siente más representado en este evento "sin carrozas", donde queda "mejor demostrado" que el colectivo LGBT es similar al resto, sin estridencias.
"La Marcha del Orgullo y la Tolerancia de Jerusalén", que se celebra desde 2002 en la Ciudad Santa en una fecha diferente a la emblemática de Tel Aviv, recordó hoy los cincuenta años de los disturbios de Stonewall que marcaron el inicio de las reivindicaciones de este colectivo en Estados Unidos.