Atrás quedan 36 años entre rejas. Miguel Montes Neiro, el preso común más antiguo de España ha salido en libertad de la prisión de Albolote en Granada. De la mano de sus hijas y haciendo el signo de la victoria gritó "se ha hecho justicia", tras lo cual se fundió en un abrazo con sus allegados. Miguel empieza a saborear la libertad y lo hacía impresionado por los medios de comunicación que se congregaban a las puertas de la cárcel y por los apoyos recibidos. Montes asegura que ahora lo que quiere es andar acompañado de sus hijas a quienes quiere recuperar porque siempre las ha visto en prisión y no podía en sus fugas "llevarlas a un parque" por si la policía llegaba y las tenía que abandonar allí. Quiere irse a vivir a Málaga, a profundizar los conocimientos que sobre cerámica ha adquirido en la cárcel y no descarta participar en un libro o una película que retrate su vida. Asegura eso sí, que no contará aquellas cosas que puedan herir a alguien. Afirma que no es ninguna alimaña, ningún bicho, y que ya no va a hacer nada raro, porque a sus 61 años empieza "su primera oportunidad".
Dos indultos y alguna que otra resolución en el último momento han permitido que sus cuentas con la justicia hayan quedado saldadas. Ahora su familia quiere aclarar que cosas se han hecho mal. Consideran que el comportamiento con respecto a Montes Neiro ha sido injusto. Allanó moradas, robó, falsificó, se fugó en varias ocasiones pero nunca cometió delitos de sangre.