Los heridos en el incendio ocurrido ayer en el barrio bilbaíno de Zorroza mejoran, aunque dos siguen muy graves, mientras la investigación del suceso tardará por las dificultades de acceso al edificio, colapsado por dentro, han informado a Efe fuentes policiales.
Ayer murieron cuatro personas, un joven matrimonio y sus dos hijos, en el incendio del viejo edificio en el que vivían en una zona marginal de Bilbao.
Hoy, en el lugar queda un retén de bomberos y una patrulla de la Ertzaintza. El fuego está completamente sofocado, pero los bomberos permanecen alerta para evitar que se reavive.
Mientras, los ertzainas vigilan que nadie se acerque y entre en el edificio, que está derrumbado por dentro.
Precisamente el colapso de la casa quemada, de dos alturas y buhardilla y estructura de madera, es lo que va retrasar la investigación sobre el origen del incendio, al dificultar el acceso de la unidad de policía científica que tiene que analizarlo a fondo.
Se supone que el incendio se originó en la buhardilla, donde dormía la familia fallecida.
También va a dificultar la investigación y la identificación oficial el estado parcialmente carbonizado de los cuerpos de los fallecidos.
Mientras, los dos heridos en peor situación, que son los padres del hombre fallecido -y abuelos de los dos niños- evolucionan favorablemente, aunque su pronóstico sigue siendo muy grave, según el parte médico emitido por el Servicio Vasco de Salud esta mañana.
Ambos están ingresados en la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Cruces-Barakaldo, y los dos, según el parte, evolucionan positivamente, permaneciendo estables dentro de la gravedad.
La que tiene peor situación es la mujer, con quemaduras en el 60 % del cuerpo; su marido presenta quemaduras en el 30 % del cuerpo, a lo que se añaden lesiones por precipitación desde altura cuando trataba de escapar del fuego.
El resto de heridos también evoluciona bien, y uno de los seis que han pasado la noche en el hospital, un niño de 10 años, ha sido dado de alta. Ayer fueron dados de alta por la tarde otros tres heridos, de los nueve ingresados inicialmente.
Quedan así hoy cinco hospitalizados, dos de ellos el citado matrimonio con quemaduras. De los tres restantes, el caso más complicado es una joven de 23 años interna en el hospital de San Eloy con pronóstico grave por fractura en vértebra lumbar, aunque evoluciona positivamente. También fue intervenida ayer de fracturas en sus extremidades inferiores causadas al saltar al vacío para huir de las llamas.
Los dos restantes son un chico de 21 años que presenta lesiones en tobillo, cadera y columna, que está ingresado en Traumatología de Basurto y evoluciona favorablemente, y un niño de 10 años ingresado en Cruces afectado por inhalación de humo, que permanece en Pediatría en observación, pero estable y también con evolución positiva.
De momento, se desconoce cuándo y dónde se celebrarán los funerales por los cuatro fallecidos, ya que el hombre era de Bilbao y la mujer asturiana.