La sentencia de la Audiencia de Sevilla pone fin provisional al caso Marta del Castillo, que después de casi tres años concluye con la condena de uno solo de los procesados y sin que haya podido encontrarse el cuerpo de la joven sevillana. Los continuos cambios en las declaraciones de los acusados, sobre todo del condenado Miguel Carcaño, han hecho muy difícil esclarecer lo ocurrido el 24 de enero de 2009, cuando Marta salió de su casa para pasar la tarde con unos amigos y ya nunca volvió a ser vista.
Carcaño, condenado a 20 años de prisión por el asesinato, ha cambiado en ocho ocasiones su declaración.
Cuando fue detenido, veinte días después de la desaparición de Marta, confesó que mató a la joven durante una discusión y que arrojó su cadáver al río Guadalquivir, ayudado por sus amigos Samuel Benítez y el menor apodado "El Cuco".
Poco más de un mes después, Carcaño aseguró que "El Cuco" estranguló a Marta, que ambos la violaron y que tiraron su cuerpo a un contenedor de basuras y seis meses más tarde se desdijo para recuperar una declaración muy similar a la inicial.
Durante el juicio, Carcaño aseguró que la muerte de Marta fue un accidente tras una discusión en la que él la golpeó con un cenicero y negó que la hubiera violado, algo que dijo haberse inventado porque le dijeron "que si le juzgaba un jurado popular lo tenía todo perdido".
SIN CADAVER
Las contradictorias declaraciones de Carcaño y las de los otros implicados, impidieron que la incesante búsqueda del cuerpo de Marta llevada a cabo por las autoridades diera frutos.
Los primeros dos meses el río Guadalquivir fue escrutado sin descanso. Después las investigaciones se trasladaron durante 35 días al vertedero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), también sin resultado. El coste de estos trabajos se elevó, según hizo constar el juez instructor en un auto, a 616.319 euros.
El cuerpo de la joven también fue buscado en una zanja próxima a la casa de Camas (Sevilla) en la que vivía la adolescente de 14 años Rocío D.G., novia de Carcaño, y en cuya casa al parecer vivía el asesino en el momento de la desaparición de Marta.
El último intento hasta ahora de encontrar el cadáver comenzó ayer mismo, cuando el juez pidió a la Policía que investigue en un nuevo lugar señalado por el abuelo de la víctima en el extrarradio sevillano.
Aparte de Carcaño, el único condenado en el caso es "el Cuco", que tenía 15 años cuando se produjeron los hechos y que en marzo de 2011 fue sentenciado a dos años y once meses de reclusión en un centro de menores, por un delito de encubrimiento, tras ser absuelto de los delitos de violación y asesinato.
Los procesados en el juicio que hoy fueron absueltos son Samuel Benítez, quien supuestamente ayudó a trasladar el cadáver de Marta; Francisco Javier Delgado, hermanastro de Carcaño y acusado de ayudar a sacar el cadáver de Marta de la casa y limpiar sus restos; y María García, novia de Delgado, imputada por los mismos delitos que éste.
DAÑO PSICOLÓGICO
Durante estos tres años ha sido constante la presencia pública de los padres de Marta del Castillo para reclamar justicia y tratar de hallar nuevas pistas para la investigación.
En noviembre de 2010 los padres de Marta presentaron en el Congreso un millón seiscientas mil firmas en apoyo de un referéndum sobre la cadena perpetua, una petición que también formularon en sus entrevistas con el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y con Mariano Rajoy cuando era líder de la oposición.
Psicólogos y forenses certificaron durante el juicio a "el Cuco" que los padres de Marta han sufrido un daño moral "desmesurado" por la muerte de su hija y por no haber recuperado su cuerpo.