Danielle Day, la compañera de baile de Mariano, canta en pleno Callao |
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Es jueves y los museos ya han cerrado. Sin embargo, las calles de Madrid siguen desprendiendo arte. Las guitarras inundan el Retiro con sus letras y las pintoras retratan el Prado. Los poetas se esconden entre los bares de Malasaña, mientras Danielle Day, como cada tarde, canta en pleno Callao. Hace dos días que Mariano se coló en su canción y ahora todo el mundo la reconoce.

Gente admirando, aplaudiendo y abrazando. Aun así, nadie bailando.

Varios reporteros acompañan durante horas a la artista con la esperanza de que Mariano reaparezca, mientras tanto, las redacciones intentan localizar su número de teléfono. Twitter pregunta por él y Facebook se queda mudo.

Nadie sabe cuántos años tiene ni qué le ha traído a Madrid. Quizá estamos ante un hito del rock o del bolero. Quizá era un letrista frustrado que acabó siendo psicólogo. O puede que simplemente se deshiciera de todos los complejos y saliese a bailar. Lo único real es que su vídeo se ha viralizado en todas las redes sociales.

El calor sigue inundando Madrid mientras un grupo de periodistas buscaba aclarar esas dudas. Entre tanta incertidumbre, Danielle asegura “Mariano no es nadie. No tiene teléfono ni Internet. Él, viene solo, baila y se va. Cuando quiere. Como quiere”. Y así era.

"Mariano no es nadie. No tiene teléfono ni Internet"

De repente, uno de los cámaras, anonadado por la canción, se sienta en el suelo y empieza a tararear la melodía. Se quita el pinganillo y asegura: “Mariano no va a venir, disfrutemos del ahora”. Así, como un chispazo rompía con la rutina. Y, por un breve momento, capturaba la felicidad oculta en la simplicidad de los pequeños momentos.

Las cámaras se apagan. Los periodistas se van. Mariano llega tarde a sus citas, pero ninguna buena historia empezó nunca con personas puntuales. Quién sabe si Mariano se quedará en un one hit wonder o llegará a ser un Sinatra. Igual que el famoso crooner hizo con Gay Talese, hoy nos ha dejado plantados.

En el fondo, todos queremos ser Mariano. Y tú, ¿cuándo fue la última vez que bailaste en la calle?