La Policía de Londres ha empezado a revisar desagües, semáforos y el alumbrado de esta capital como parte de la seguridad en torno a la boda del príncipe Guillermo y su prometida, Kate Middleton, el próximo día 29.
Según la Policía Metropolitana de Londres, los agentes buscan armas o cualquier artefacto sospechoso ante el temor de que el enlace real puede ser blanco de un ataque terrorista debido al alto número de jefes de Estado extranjeros que estarán en la capital.
Estas medidas de seguridad continuarán hasta el día de la boda, que se celebrará en la Abadía de Westminster y tendrá una audiencia mundial estimada en 2.000 millones de televidentes.
"Los agentes están entrenados para mantener la vigilancia y revisar áreas donde puedan esconderse objetos. Los agentes revisarán áreas vulnerables" a lo largo de la ruta que tomarán los recién casados, ha señalado el inspector Ian Fairman, a cargo del equipo que ha empezado a trabajar en la seguridad de la boda.
El príncipe Guillermo saldrá hacia la Abadía de Westminster desde Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos, mientras que Kate Middleton lo hará con su padre, Michael, desde el hotel Goring.
Una vez casados, los príncipes saldrán de la abadía en carroza hasta el Palacio de Buckingham, residencia oficial de la Familia Real británica.