¿Informar o silenciar los suicidios en la prensa?

En España se suicidan una media de diez personas al día y, salvo excepciones, ninguna de estas trágicas muertes llega a los medios de comunicación que, según dicen a Efe los expertos, deberían dejar de considerarlo "tabú" y darles visibilidad para ayudar a su prevención.

La realidad, al menos en España, es que la mayoría de la prensa no se hace eco de los suicidios aunque, precisamente este año, el lema del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, que se celebra hoy, es "Conectar, comunicar, cuidar".

"Los medios de comunicación no nos piden datos sobre suicidios y nosotros tampoco informamos a no ser que haya alguien que se entere de un caso concreto y pregunte", reconoce Javier Ayuso, portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112.

"Cuando se produce un suicidio no se informa normalmente y los medios tampoco se hacen eco de ello", afirma Ayuso, que no percibe que los periodistas tiendan a ir pidiendo más claridad sobre este tema.

Similar opinión expresan fuentes policiales, que consideran que no hablar de los suicidios es como "una norma", aunque recalcan que se informa a veces de operaciones en las que se salva a una persona como ocurrió la semana pasada, cuando un bombero y varios agentes evitaron que un hombre saltase al vacío desde la azotea del edificio de la Puerta del Sol que tiene el cartel de "Tío Pepe".

"No deberá informarse acerca del suicidio como algo inexplicable o simplista" o se evitarán "las descripciones detalladas del método usado" son algunas de las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otra regla de la máxima autoridad mundial sanitaria en su documento "Prevención del suicidio. Un instrumento para profesionales de los medios comunicación" es que los titulares en primera página nunca son "la ubicación ideal" para un suicidio.

Según la OMS, "informar del suicidio de manera apropiada, exacta y potencialmente útil a través de medios progresistas e inteligentes puede prevenir una trágica pérdida de vidas".

El presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del suicidio, Javier Jiménez, está de acuerdo con la OMS y señala: "sin duda hay que informar más pero también mejor porque, de las pocas veces que se hace, en muchas se hace de manera incorrecta".

Pide que en la prensa no se califique al suicida como "una persona valiente ni como un cobarde", sino como "una persona que sufría y no sabía cómo solventar sus problemas de otra manera".

Tampoco hablar de "oleadas de suicidios" como se ha hecho con la crisis o los desahucios -continúa Jiménez- pues puede haber un porcentaje que se quite la vida por problemas económicos pero muchos otros tienen otra motivación.

El doctor Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, sostiene que en la actualidad los expertos están pensando que "quizá se debería tener otro tipo de planteamiento y hablar más sobre los suicidios".

"Hay que ver si la difusión podría ayudar a invertir la tendencia que hay ahora mismo, que no es buena", apunta Roca.

"Cada persona es un mundo y cada enfermedad también" y ver en las noticias un suicidio "podría ser bueno para unas personas pero no ayudar a otras", reflexiona.

En este sentido, Javier Jiménez desmonta el "efecto Werther" o imitación, cuyo nombre se debe a los suicidios ocurridos supuestamente en el siglo XVIII entre jóvenes que leyeron la novela romántica de Goethe 'Las penas del joven Werther'.

"De ser así todos los que leen temas de suicidio estaríamos muertos hace mucho tiempo", apunta Jiménez.

El doctor Roca pide a la prensa que a la hora de hablar del suicidio se haga con datos y evidencias científicas.

"Un suicidio esta detrás generalmente de una enfermedad mental y esta enfermedad debe tratarse", insiste este doctor.

El presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Rafael de Mendizábal, cree que quizá debería cambiar la tendencia de no hablar de los suicidios en prensa.

"Es mejor contar y saber que lo contrario", pero como todo en la vida "hay que saber hacerlo" e informativamente en un suicidio la "delicadeza" y el "respeto" deben brillar, dice.

Quien fuera magistrado del Tribunal Constitucional explica que el "tabú" en hablar de suicidios proviene de "prejuicios religiosos" que ya en nuestra sociedad "no tienen sentido".

La FAPE ha recibido alguna vez quejas sobre noticias de suicidios en las que se alegaba el derecho a la intimidad, un derecho "muy difícil" y que hay que respetar "al máximo" sin que ello quiera decir "ocultar las cosas", añade De Mendizábal.