El Consejo General de Enfermería pondrá en conocimiento de la Fiscalía General del Estado la información de la que dispone sobre las denominadas doulas para que actúe de oficio contra estas "consejeras" de embarazadas, que llegan a fomentar el "canibalismo" (placentofagia) con la "anuencia" de las autoridades.
Así lo ha anunciado el presidente del Consejo, Máximo González Jurado, en una rueda de prensa en la que ha presentado el Informe Duolas, una investigación de casi tres años realizada por enfermeras -tanto generalistas como matronas- y juristas especializados en Derecho Sanitario y Penal.
El informe, que ya ha sido remitido al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha detectado numerosas actuaciones que están realizando las doulas y que son competencia de las matronas, una invasión que podría calificarse como "delito de intrusismo".
Así, ha identificado situaciones en las que la actuación de la doula pone en riesgo la salud de la madre y de su bebé, que pueden llegar incluso a provocar la muerte, ha advertido Gloria Boal, vocal de la Comisión Nacional de Matronas. González Jurado ha lamentado la "nula sensibilidad" del Ministerio y ha informado de que si no actúa tendrán que denunciarlo ante los tribunales. "Y saben que no nos tiembla el pulso", ha subrayado.
Sanidad ni siquiera ha retirado la mención que se hace a las duolas en la Estrategia de atención al parto natural, lo que tomarán en consideración cuando se plantee la revisión de ese plan, "dentro de diez o quince años", ha ironizado. La investigación del Consejo se inició a raíz de que una mujer que había contratado los servicios de una doula pidiese ayuda a Emilia Redondo, una matrona de atención primaria de Murcia.
"Se encontraba muy mal, tenía una depresión postaparto impresionante, estaba con mastitis y con desgarro de clítoris", ha narrado Redondo, quien ha explicado que, a pesar de ello, la mujer se niega a denunciar "porque todavía tiene miedo".
El informe ha identificado 547 doulas (de las que 4 son enfermeras y una matrona), que se anuncian a través de páginas web y redes sociales, unas "personas siniestras" que podrían estar vulnerando "día a día" competencias profesionales.
Profesoras de danza, bailarinas, monitores de esquí, periodistas, publicitas o expertas en literatura y antropología social son algunas de las profesiones de estas personas que se atribuyen un carácter de profesión sanitaria que no poseen legalmente: "La legislación vigente ni las reconoce ni las ampara".
Comerse la placenta o encapsularla para poder consumirla incluso hasta la menopausia, no cortar el cordón umbilical y obligar al bebé a convivir con la placenta hasta que éste se seque, lo que se conoce como "nacimiento lotus", o parir cantando son algunas de las prácticas que recomiendan las duolas.
González Jurado ha asegurado que en internet "abundan las recetas tales como la placenta picante al estilo australiano y la placenta con brécol, aunque lo que más se cocina es el batido de placenta". Aunque no todas las doulas realizan estas prácticas, sí todas las que las hacen son doulas, ha precisado Rosa Isabel Molina, matrona en desempleo que ha investigado en las redes sociales sobre esta figura.
Los cursillos de doula, sin ninguna validez legal o académica, tienen un precio en torno a los 2.000 euros y entre los "gurús" que los imparten abundan los que se anuncian como "sacerdotisas de la rosa blanca, renacedores certificados o expertos en yoga de la voz".
Los servicios que ofrecen llegan hasta los 1.200 euros e incluyen la atención en el embarazo, el parto y el postparto, un "negocio lucrativo", que se cobra "en black". "También el señor Montoro tendrá que decir algo", ha señalado González Jurado.