Organza, lino o algodón son algunos de los materiales que los jóvenes diseñadores del EGO han trabajado para crear colecciones coherentes, atractivas y modernas, que se han visto y en la pasarela de moda Madrid Fashion Week. La fuerte carga romántica de la colección del cordobés Miguel Alex se aprecia desde el primer momento que la maniquí pone un pie la pasarela.
Las superposiciones con organza rota y neopreno juegan en prendas urbanas, concebidas para el día a día de la mujer. "Hoy no hay una tendencia marcada", explica a Efe Estilo el diseñador. En su veintitrés salidas, las telas se cortan y alargan dando lugar a piezas alargadas, delicadas y modernas con una gran punto de actualidad.
Prueba de ello son los vestidos-jerséis y los delicados vestidos con tirantes de plástico y botones de Swarovski se conjuntan con zapatos de tacón y calcetines de organza. De una forma evidente, los tonos blancos y empolvados toman mayor relevancia, mientras que los oscuros quedan relegados a un segundo plano para evocar una serena calma.
Formada en Diseño de Moda por el IED Madrid y apasionada del patronaje y de la fotografía, la joven diseñadora Paula de Andrés, alma de la firma Pol, ha llevado a Samsung EGO una colección en la que las formas cobran importancia. "Los tejidos son blancos para dar mayor protagonismo al patronaje", dice la creadora.
Coherente y fresca, las propuesta de Paula de Andrés, coloreadas en blanco, azul y verde menta, tienen en común las tiras, las pinzas y los pliegues, elementos que repite en camisas, faldas y vestido. La murciana Leonor Pando sube a la pasarela una colección atemporal en tonos arenas, inspirada en la historia de la indumentaria clásica del Mediterráneo. "Nuestra cultura es parte de nuestra identidad, de nuestro vestir", cuenta Pando.
Patrones simples, líneas rectas y formas rectangulares, adornados con vainicas mallorquinas originan prendas holgadas que recuerdan a las túnicas. El lino es el tejido estrella, una textura que combina con yute, organza y lana fría para crear dos estilos antagónicos. "Uno rústico y otro amanerado", explica Pando.
La jornada de los jóvenes talentos arranca con las creaciones de Pepa Salazar, ganadora del premio Samsung Ego Innovation Project, quien conjuga, en su colección Hyperdry, moda y tecnología, a través de unos diseños que incorporan tejidos hidrocrómicos -cambian de color al contacto con el agua- e hidrófugos, que repelen los líquidos.
Las modelos atraviesan una estructura metálica con dos chorros de agua, que provocan un cambio de color en los diseños. De esta manera, vestidos, faldas y tops experimentan un transmutación cromática que para la diseñadora valenciana, representa "el concepto de transformación".
Con los patrones, las formas geométricas y los colores Salazar propone una moda que, sin olvidar la importancia del diseño, subraya la infinidad de posibilidades que consigue la tecnología aplicada sobre el tejido.
Economista de profesión y diseñadora por vocación, la granadina Beatriz Peñalver ha presentado una colorista colección, Perdón, con "un punto ochentero" y grandes volúmenes y volantes, inspirada en la Semana Santa andaluza.