Las densas regiones centrales de la Vía Láctea constituyen un laboratorio natural para el estudio de la formación rápida de estrellas, un fenómeno habitual en las galaxias, especialmente en los primeros miles de millones de años de la historia del universo.
Sin embargo, la alta densidad de estrellas en esta región ha impedido su estudio en detalle. Ahora, un trabajo publicado en 'Nature Astronomy' ha permitido, por primera vez, reconstruir la historia de la formación estelar en el centro galáctico.
Gracias a los datos proporcionados por el proyecto 'Galacticnucleus', liderado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), se ha observado que las estrellas no se formaron en cúmulos masivos y estrechamente unidos sino en asociaciones estelares aisladas que se dispersaron en los últimos millones de años.
"Nuestra Vía Láctea no es una galaxia muy productiva. En conjunto, las estrellas que se forman en un año ascienden a no más de unas pocas masas solares", apunta Francisco Nogueras-Lara, investigador del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) que encabeza el trabajo.