Ubicada en la provincia se Huelva, en la bellísima y pintoresca localidad de Aracena y, quien lo diría, en la zona más céntrica de la misma, nos encontramos con esta Cueva que fuera descubierta en el año 1886 y, tal como dicen de todas la cuevas, por un pastor que andaba caminando por allí. La misma fue abierta oficialmente al público en 1914. Originariamente las mismas fueron el resultado de la erosión provocada por el agua que las cubriera durante millones de años.
Si bien el recorrido está limitado por cuestiones de seguridad, también los es pues se está trabajando en otras cuevas que han sido descubiertas por los arqueólogos recientemente.
Realmente lo que se puede visitar y ver de ellas, excede con creces el nombre que lleva.
Sus estalactitas, estalagmitas, columnas cortas o completas de innumerables y caprichosas formas, sus lagos por donde circula el agua, que si bien potable necesitaría ser purificada para ser bebida pues contiene gran cantidad de calcio lo que la hace muy dura.
Algunos de sus lagos parecen estanques con un leve e imperceptible movimiento y otros en los que se puede ver claramente como éstas circulan hacen del descenso hasta más de los cien metros de profundidad, un espectáculo imperdible.
Abiertas al público durante más de 100 años, la Gruta de las Maravillas en Aracena (Huelva) es un lugar único e inimaginable. Solo puede percibirse en su plenitud bajando a sus profundidades y recorriendo sus diferentes galerías.
Las filtraciones de agua a través del terreno y el depósito superficial de las sales disueltas sobre la roca, ha originado estalagmitas, estalactitas, coladas, etc. De una belleza incomparable. Todo un mundo de figuras y trazos sobre las paredes, suelos y techos de las grutas que la mano de la Naturaleza ha ido forjado con el paso de cientos de miles de años.
Pasadizos, galerías, lagos.