Dentro de 25 años, habrá más casos de parkinson que de cáncer. Es uno de los datos reflejados en el libro blanco de esta enferemedad degenerativa que acaba de presentarse para dar a conocer una patología que afecta cada vez a gente más joven
En España el 'ratio' de neurólogos es de 3,4 por cada 100.000 habitantes cuando las recomendaciones internacionales son que haya 5, por lo que según la Federación Española de Parkinson (FEP) habría que incorporar 800 de estos especialistas al Sistema Nacional de Salud (SNS).
Así se recoge en el "Libro blanco del parkinson en España: aproximación, análisis y propuestas de futuro", un proyecto de la FEP, en el que han intervenido asociaciones, pacientes, familiares, especialistas en neurología, profesionales sanitarios y la administración pública.
Durante la presentación de esta guía, el secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, ha recordado que el Ministerio está desarrollando la Estrategia Nacional de Enfermedades Neurodegenerativas, en colaboración con 38 sociedades científicas y 9 de pacientes, que se presentará después del verano.
Entre las propuestas reflejadas en el libro destaca la creación de un Observatorio nacional de la enfermedad de parkinson, gestionado por la FEP en colaboración con el Ministerio de Sanidad, que facilite la actualización periódica de datos y que muestre el número exacto de personas que conviven con la enfermedad y su perfil preciso.
Según ha explicado la presidenta de la FEP, María Jesús Delgado, el parkinson es una enfermedad neurológica, crónica e invalidante que afecta a más de 160.000 familias en España, aunque se trata de una estimación, razón que justifica la creación del Observatorio.
Este organismo centralizaría los estudios epidemiológicos que llevasen a cabo las distintas administraciones (públicas o privadas) y las asociaciones y se encargaría de coordinar e involucrar a los actores que intervienen en la atención integral de la enfermedad, así como de estimular a los pacientes para que participen en estos estudios.
A este respecto, Moreno ha reconocido que, en general, las administraciones "son reacias a crear miniobservatorios, porque no son demasiado efectivos", aunque ha considerado necesario realizar un seguimiento de la enfermedad, que podría estar articulado a través de un observatorio nacional o de otra fórmula, que deberá establecerse en la Estrategia nacional.
La presidenta de la FEP ha recalcado que se trata de una patología "muy desconocida" y a menudo se asocia con el temblor, a pesar de que en la misma intervienen un amplio abanico de síntomas como rigidez, lentitud de movimientos, dificultades en la coordinación y deterioro cognitivo. También se relaciona con las personas mayores, pero uno de cada cinco pacientes tiene menos de 50 años.
Actualmente, es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y en 2030 afectará a unos 9 millones de personas en el mundo. Se estima que el coste anual de la enfermedad en Europa es de 12.900 millones de euros, lo que supone un gasto medio por persona de 11.600 euros.